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El enigma de la Puerta del Infierno sigue

El final de esta atracción turística parece estar cada vez más cerca, para dar paso a un lugar más saludable para los habitantes y a una buena oportunidad de negocio para el país.

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Turkmenistán es bien conocido por ser el lugar donde se encuentran las siniestras Puertas del Infierno en el desierto de Karakum desde hace más de cinco décadas. Sin embargo, el final de este sitio está cada vez más cerca, para dar paso así a un entorno más saludable para los habitantes y a una oportunidad de negocio para el país.

En la década de 1970, una expedición soviética ejecutó labores de excavación en Turkmenistán. Su objetivo era encontrar una nueva fuente de petróleo, que es junto al gas natural uno de los recursos más valiosos y el sustento de muchas regiones de Asia Central. Después de muchas semanas excavando, la expedición encontró un sitio con gran concentración de gases.

Origen

En el momento en que lograron perforar la superficie, el suelo colapsó. El derrumbe provocó la creación de un enorme cráter de 70 metros de ancho y al menos 20 metros de profundidad del que empezaron a emanar gases, y obligó a que la expedición se cancelase.

Un equipo de geólogos decidió prenderle fuego a la superficie del cráter al ver que esos gases seguían saliendo del cráter. La finalidad era que la combustión, de alguna manera, “quemase” los gases y extinguiese su propagación, pero no fue así. Por este motivo, en la actualidad, el cráter sigue ardiendo de forma continuada, lo que ha provocado su denominación como “La Puerta del Infierno”.

Atracción turística

Los nativos consideran este lugar como la entrada al inframundo. A día de hoy, continúa derritiéndose y una ampliación de su tamaño de 20 o 30 metros anuales, terminaría devorándose todo lo que hay a su alrededor hasta que logre estabilizarse, sin embargo, no se puede predecir cuándo sucederá tal cosa, pues el calentamiento global sigue en marcha.

El cráter en llamas se ha convertido en una atracción turística. No obstante, el país dónde se encuentra tiene una política restrictiva férrea cuando se trata de visitas y turismo, debido a que la intención del presidente de Turkmenistán, Gurbanguly Berdymukhamedov, es apagar las llamas del cráter.

Oportunidad de futuro

A pesar de que mostró sus pretensiones en 2010, no ha sido hasta este año cuando se han materializado. A principios de 2022, el presidente anunciaba que las Puertas del Infierno se cerrarían para siempre, a modo de proteger la salud de los ciudadanos y dar un ‘empujón’ al negocio del gas natural.

Y es que, pese a no haber viviendas en varios kilómetros a la redonda, los gases estaban comenzando a pasar factura, afectando negativamente a las poblaciones cercanas al cráter. Además, el cráter está derrochando una oportunidad de negocio enorme para Turkmenistán, que podría exportar todo ese gas natural que se pierde en la combustión dentro del socavón.

Las políticas del país hacen que estos procesos sean lentos, pero el gobierno de Turkmenistán tiene en la actualidad luz verde para extinguir las llamas. De hecho, el primer viceministro del país recibió instrucciones directas para contratar científicos, y si es necesario tiene el permiso para contratar a consultores del extranjero.

Gurbanguly Berdymukhamedov ya había intentado apagar las Puertas de Infierno en 2010 sin conseguirlo. Al parecer esta ocasión tendrá mejor suerte. Este se hizo vital en 2019 cuando se publicó un video en el cual aparecía conduciendo por el desierto cerca del agujero en un coche de rally.

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