Turkmenistán quiere poner fin de una vez al incendio en las denominadas 'Puertas del Infierno', que surgieron en el año 1970 en el desierto de Karakum. Desde entonces, el fuego ha sido una constante en esta zona.

Hace dos semanas el presidente del país, Gurbanguly Berdymujamedov, ordenó la extinción de la enorme llama que emerge del cráter. El propio presidente mencionó que esta medida se decretó debido a razones medioambientales y de salud al afectar de forma negativa a la población que vive en los alrededores. Con respecto al origen del cráter, se creó tras un accidente en 1971, durante unas obras de prospección de gas hechas en la era soviética.

Otro elemento fundamental para la economía del país son las exportaciones de gas, que se ven perjudicadas por este cráter, otro motivo por el que el máximo mandatario de Turkmenistán llamó a todos los agentes implicados en la operación a encontrar una solución urgente.

"Si eliminas uno de los tres componentes, se apaga"

Para evitar que los gases metano se expandieran, los expertos decidieron prender fuego al boquete formado, cuyas dimensiones son de unos 70 metros de ancho y unos 20 metros de profundidad. El presidente, que en 2018 denominó a este espacio como 'Resplandor de Karakum', anunció la contratación de científicos como de expertos procedentes del extranjero para garantizar la seguridad en el proceso.

En cuanto al propio apagado, el especialista y líder del grupo de investigación de seguridad contra incendios de la Universidad de Greenwich, Ed Galea, explicó en el portal 'Gizmodo' las claves principales del proceso. "Los incendios requieren de tres componentes. Combustible, calor y un agente oxidante. Si eliminas uno de los tres, el fuego se apaga".

Dos opciones alternativas para apagar el fuego

Sin embargo, no fue la única propuesta que mencionó al citado medio. Otra de las vías pasaría por echar tierra al cráter. "Probablemente apagaría el fuego, pero no impediría la fuga de gas". Por otra parte, es un método de gran complejidad.

Una segunda alternativa pasaría por cortar el suministro de metano subterráneo, aunque para ello se debe contar con una bomba para eliminar el oxígeno, tal y como explicó el experto en geomecánica del petróleo de la Universidad de Adelaida, Mark Tingay. Muchas opciones para una labor que se prevé compleja y necesaria, pese a que el sitio se ha convertido en un reclamo turístico en los últimos años.