Una bióloga pone a prueba si la manilla de la puerta o la barandilla está limpia: el resultado es rotundo
La divulgadora científica ‘Celulau.bio’ ha recogido placas con muestras de distintas superficies, observando un cultivo increíble en apenas 48 horas.
La vida es aquello que transcurre entre bloques, el paso de los años tatuando las columnas de un soportal; la vista desde una terraza o, en palabras de Antonio Buero Vallejo, la historia de una escalera. Cada uno tiene una diferente. Todos distinguen qué barandilla ha ejercido como férrea compañera de infancias y adolescencias, aunque no debe uno olvidar que, pese a todo, esto no libra a los pasamanos de los riesgos a los que cualquier objeto está expuesto: las bacterias.
Quien ha despojado de su literatura y sometido a un análisis científico a esta superficie, así como a la manilla de una puerta, ha sido ‘Celulau.bio’, creadora de contenido y especialista en biología que, en un reciente vídeo, examina las bacterias que pueden formarse en dichas superficies. “¿Alguna vez te has preguntado si la barandilla que tocas al bajar la escalera o la manilla que tocas al abrir la puerta está limpia? Pues si quieres crearte un trauma quédate a ver este vídeo", inicia en la mentada publicación.
Colonias de bacterias y hongos
Para poder recoger las bacterias primero necesita un lugar en el que observar su creación y monitorizarla. “He hecho placas de cultivo con agar-agar. Primero hay que pesar y medir el soluto y el disolvente, y después, para disolverlo y esterilizarlo un poco, se calienta hasta hervir”, dice. Tras dejar que repose para que enfríe, limpia las placas con alcohol y, por fin, puede repartir la disolución.
“Las placas ya están hechas, están ya solidificadas y ahora he ido a coger muestras de diferentes sitios: las manillas de las puertas, la barandilla de la escalera o el teléfono móvil”, explica. Luego coloca todas las muestras en una estufa a 36 grados y, después de colocar un ‘control’ que no ha sido expuesto a ningún contacto para garantizar que el lugar donde se producirá el cultivo (las placas) no está contaminado, aguarda dos días para observar si crecen bacterias.
Llegó el momento. La placa de control está limpia. Procede a mirar el resto de muestras y, para sorpresa de nadie, se encontraban completamente infectadas. “La manilla de la puerta, sorpresa, está llena de bacterias. En el caso de la barandilla de la escalera, vemos que nos han tocado hongos. En el caso del móvil vemos que han crecido dos colonias de bacterias”, describe.
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Este experimento apoya una tesis final que la divulgadora convierte en consejo diario. “Creo que con esta demostración ha quedado claro lo asqueroso que es tocarlo todo. Así que a partir de ahora intenta no hacerlo y, si lo haces, lávate las manos de manera repetida”, sentencia.
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