Tamara Gorro confiesa cómo le ha cambiado su vuelta con Ezequiel Garay

Tamara Gorro lleva meses demostrando una valiente sinceridad a la hora de hablar de todo lo relacionado con la depresión que padece y de cómo le ha afectado en su vida diaria. Por suerte para ella, ha retomado su relación sentimental con Ezequiel Garay tras un período separados y no cabe duda de que le está viniendo muy bien, aunque ella tiene pies de plomo: “No puedo negar la obviedad, es cierto que me pegó una subida tremenda de felicidad. Me noto mejor, pero también soy consciente de que en cualquier momento puede venir la bajada (ojalá que no)”, ha comentado durante un preguntas y respuestas en su perfil de Instagram.

Junto al exfutbolista ya disfruta de unas merecidas vacaciones y tendrá la oportunidad de poder estar a solas con él para recuperar el tiempo perdido, unos días de desconexión que la pareja realmente necesita: “Tengo la gran suerte de poder irme unos días y tener con quien dejar a los niños. Aparte que ahora más que nunca lo necesitamos”, apuntó.

La influencer está en pleno tratamiento contra la depresión “con un grado bastante grave y trastorno de ansiedad”. Debe tomar lo que ella denomina la pastillita de la felicidad, un antidepresivo al que se refiere así para no decir el nombre y evitar que alguno de sus seguidores comience a tomarlo por su cuenta sin que un psiquiatra decida, tras la pertinente valoración, que lo necesita. Y sin duda le ha venido bien, pero también el apoyo incondicional de su familia, la misma que asegura que siempre ha estado unida.

“Siempre hemos estado unidos, por un único motivo y el más importante: nuestros hijos. Considero que si una relación se deja, aún viviendo separados, siempre tiene que prevalecer el bienestar de los niños. Ellos no tienen que darse cuenta de nada y sufrir lo menos posible. Y esa responsabilidad solo la tenemos los adultos, en este caso los padres”.

El efecto secundario de su tratamiento

En las preguntas a las que ha respondido Tamara Gorro había todo tipo de cuestiones, aunque una de las más llamativas es la referente a un tema tabú, la falta de libido asociada a la medicación. “¡Otro tema tabú! Más que problema, diría efecto secundario. Cierto que puede suceder. Pero no eres el mejor por tener mucho sexo ni peor por no tenerlo. Cada etapa hay que asumirla y aceptarla. A quién le guste, bravo, y a quién no, bye”.