Silvia Severino, psicóloga: “A veces creemos que todo depende de nuestra fuerza de voluntad, pero hay algo que se pasa por alto”

Es común pensar que nuestra capacidad para cambiar hábitos o mantener disciplina depende únicamente de fuerza de voluntad o motivación. “Si solo tuviera más disciplina, lo lograría” es un pensamiento que muchos reconocen. Pero la psicología nos recuerda que el contexto en el que vivimos y nos movemos influye tanto o más que nuestra determinación.

El entorno moldea cómo pensamos, cómo actuamos y cómo nos sentimos. Las personas que nos rodean, los espacios que habitamos y los estímulos cotidianos crean un marco que puede facilitar o dificultar nuestros objetivos. Un ambiente caótico, ruidoso o cargado de tensión no favorece la concentración ni la calma; un entorno organizado, positivo y estimulante, por el contrario, refuerza hábitos saludables y decisiones conscientes.

Así lo apunta la psicóloga Silvia Severino en un vídeo divulgativo publicado en sus redes sociales: “El entorno sí importa, y mucho más de lo que tú imaginas. A veces creemos que todo depende de nuestra fuerza de voluntad, de la mentalidad, de la motivación, pero hay algo que muchas veces se pasa por alto: el entorno. Tu ambiente influye en cómo piensas, cómo te tratas y en cómo te sientes. Las personas de las que te rodeas, los espacios que habitas, las palabras que escuchas; todo esto deja huella”.

“Si estás rodeados de caos, difícilmente vas a encontrar calma. Si todo lo que escuchas son quejas, críticas o miedo, es normal que entres en el círculo tú también. Y no es que seas débil, es que somos seres profundamente sensibles a aquello que nos rodea. Es una parte de cómo funcionamos: el ambiente. Por eso, cuando el afuera no acompaña, es fundamental tener un refugio dentro de ti, un espacio seguro donde puedas respirar, sentir paz y reconectar con lo que realmente eres”, añade.

Organización y rutinas

Además, depender únicamente de la fuerza de voluntad es limitado. Nuestro autocontrol se agota con el tiempo y con el estrés. Diseñar espacios y rutinas que reduzcan la fricción y apoyen nuestras metas es mucho más efectivo. Esto incluye desde organizar los lugares donde trabajamos o comemos hasta rodearnos de personas que nos inspiran o eliminar estímulos que saboteen nuestras intenciones.

También es importante reconocer que necesitamos un refugio interno, un espacio de calma y seguridad dentro de nosotros mismos. Contar con este “lugar” nos permite tomar decisiones más conscientes, mantener equilibrio emocional y sostener hábitos positivos, incluso cuando el mundo exterior no colabora.

¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí