Silvia Rosón, cirujana estética: “Proporciona una expresión más abierta y atractiva”

En los últimos años, la medicina estética ha experimentado un crecimiento notable, impulsado por una combinación de mayor conciencia sobre el autocuidado, avances tecnológicos y una percepción cada vez más natural y saludable de los tratamientos.

Lejos de perseguir transformaciones drásticas, los pacientes actuales buscan resultados sutiles que respeten su propia identidad, priorizando la armonía facial, el bienestar y el envejecimiento saludable. De acuerdo con Silvia Rosón, especialista en cirugía maxilofacial y cirugía estética facial, los tratamientos más demandados en su consulta “reflejan una clara tendencia hacia procedimientos quirúrgicos de alta precisión que garantizan resultados naturales, armónicos y duraderos”, cuenta a AS.

En primer lugar, el lifting facial continúa siendo la cirugía estrella. “Actualmente, los pacientes buscan mejorar los signos del envejecimiento sin alterar su identidad, y el lifting moderno —basado en la reposición de estructuras profundas— es la técnica más efectiva para restaurar contornos y firmeza con un aspecto fresco y natural”.

En segundo lugar, la rinoplastia es altamente solicitada por su impacto en la armonía del rostro. “La demanda se centra en correcciones sutiles que respetan la personalidad y la funcionalidad nasal, con un enfoque técnico que combina estética y salud respiratoria”.

Y completa el podio de los tratamientos más demandados el procedimiento fox eyes, que ha ganado gran protagonismo, “especialmente entre pacientes jóvenes que buscan una mirada más estilizada y un tercio superior rejuvenecido. Su éxito radica en que proporciona una expresión más abierta y atractiva, manteniendo la naturalidad como prioridad”.

Enfoque preventivo

Asimismo, otra de las tendencias más marcadas es la transición desde tratamientos correctivos hacia intervenciones preventivas. Cada vez más personas acuden a la consulta antes de que los signos de envejecimiento sean muy evidentes, con el objetivo de mantener la calidad de la piel y preservar volúmenes naturales.

Este cambio está ligado a un mayor conocimiento del funcionamiento de la piel, al acceso a información especializada y a la normalización social de los procedimientos estéticos. Los tratamientos de baja invasión, con poco tiempo de recuperación y resultados progresivos, ocupan el centro de esta tendencia.

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