Amelia Rodríguez Aranda, experta en fertilidad: “Es especialmente problemático”
“A las mujeres se nos ha educado para evitar el embarazo, pero no nos han contado nada sobre la caída de la fertilidad a partir de los 35 años”, dice a AS.
La dificultad para concebir es una experiencia que muchas personas y parejas atraviesan, a menudo acompañada de incertidumbre, emociones intensas y un deseo profundo de encontrar respuestas. En ese camino, las técnicas de reproducción asistida se han convertido en una esperanza real, al ofrecer alternativas seguras y cada vez más eficaces para quienes enfrentan obstáculos en su fertilidad.
La ginecóloga Amelia Rodríguez Aranda, directora médico-científica del Grupo Eugin, uno de los centros de referencia internacional en medicina reproductiva, hace hincapié en la falta de información, hace hincapié en la falta de información al respecto: “A las mujeres se nos ha educado, durante generaciones, para evitar el embarazo. Sin embargo, muy pocas han recibido información adecuada sobre cómo evoluciona su reserva ovárica o por qué la fertilidad femenina cae de forma significativa a partir de los 35 años”.
Rodríguez Aranda sostiene que esta carencia formativa limita la capacidad de decisión. Sin un conocimiento real del propio cuerpo, muchas mujeres no pueden planificar su maternidad de forma informada, perpetuando mitos y expectativas irreales sobre la reproducción.
La buena noticia para aquellos que desean tener hijos es que en la actualidad la tecnología se ha desarrollado también en el campo de la fertilidad: “En los últimos años, hemos avanzado mucho en el campo de la medicina reproductiva, pero existe una idea en la sociedad actual: que la tecnología puede compensarlo todo. Este pensamiento es especialmente problemático cuando hablamos de fertilidad, un ámbito donde los límites biológicos son innegociables”.
La experta advierte que la función ovárica depende de mecanismos celulares que determinan la pérdida progresiva de ovocitos y el aumento de alteraciones cromosómicas con la edad. Las técnicas de reproducción asistida son herramientas eficaces —con tasas de éxito importantes—, pero no pueden contrarrestar por completo la merma de fertilidad vinculada al paso del tiempo.
Factores ambientales y estilo de vida
Aunque la edad reproductiva es el factor más decisivo, existen otros elementos que influyen en la fertilidad —tanto femenina como masculina—. Entre ellos, el consumo de tabaco, la exposición a contaminación o ciertos trastornos metabólicos. Sin embargo, la evidencia científica es clara: la edad continúa siendo el factor más determinante en el pronóstico de un tratamiento reproductivo.
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Para Rodríguez Aranda, la clave no está solo en la técnica médica, sino en democratizar el acceso a la información y ofrecer herramientas realistas para planificar la maternidad. “No se trata de presionar a las mujeres para que sean madres antes, sino de facilitar que tomen decisiones informadas, libres y basadas en datos reales”. Mientras avanza la tecnología, insiste, nuestras mejores herramientas siguen siendo la educación, la prevención y el acceso equitativo, que permitan una verdadera libertad reproductiva en el futuro.
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