Primeras imágenes del bautizo de Ana Sandra, la nieta e hija legal de Ana Obregón
La presentadora ha celebrado este domingo el primer sacramento de la pequeña, quien está a punto de cumplir los nueve meses.
Superado el revuelo que causó la noticia cuando la se filtró la portada de Hola en el mes de marzo con la fotografía de Ana Obregón saliendo del hospital en Miami en silla de ruedas con su hija legal en brazos, que posteriormente ella confirmaría que, en realidad, se trataba de su nieta, porque había utilizado para la gestación subrogada las muestras biológicas que su malogrado hijo, Aless Lequio, había dejado congeladas antes de fallecer por culpa del cáncer, hoy ha llegado el día del bautizo de la pequeña.
Radiante de felicidad, a sus 68 años, la presentadora ha celebrado el primer sacramento de Ana Sandra Lequio Obregón rodeada de su familia y amigos. La cita era a las 5 de la tarde, en la iglesia de Nuestra Señora de Alcobendas (Madrid), la misma en la que tuvo lugar el bautismo de Aless Lequio, padre de la pequeña.
Recuperado ya el color en sus atuendos y vestida de rosa para la ocasión, con una cinta de la misma tonalidad adornando su pelo, la también actriz llegaba al templo con su nieta en brazos poco después de que lo hiciesen sus hermanos (Celia, Amalia, Javier y Juan Antonio), así como su amiga y representante, Susana Uribarri, y su mejor amigo, Raúl Castillo, entre otros invitados.
Los padrinos
Ana Obregón es consciente de las limitaciones que tendrá en la crianza de la pequeña debido a su edad, por lo que desde el primer momento reconoció que había pensado mucho en cómo cumplir esta voluntad de ser padre que su hijo dejó en su testamento ológrafo. Para ello, ha escogido como padrinos de la pequeña a su sobrina Celia Vega-Penichet y a Giaccomo Ugarelli, uno de los amigos más cercanos del fallecido Aless Lequio, a quien conocía desde los 4 años y con quien iba al International College Spain de La Moraleja.
La bebé, para la ocasión, llevaba el mismo faldón de cristianar que había lucido su padre para recibir este sacramento, un cuidado traje blanco que la presentadora le completó con un abrigo de pelo del mismo color para protegerla del frío que hace en Madrid en los últimos días.