En Reino Unido se olvidan de nosotros para irse a la ciudad francesa que “es casi como España” y a la altura de París

A los que nos gusta viajar, nos cuesta mucho elegir un destino entre todos los que hay. Al final, acabamos yendo siempre a los mismos lugares: París, Barcelona, Roma… lugares que han acabado rebosados por el turismo y que no les vendría mal un pequeño descanso, y para ello, existen ciertas alternativas que podrían ayudarnos.

Perpiñán, es una preciosa ciudad francesa, bañada por el Mediterráneo y que hace frontera con España. Esta ciudad de aproximadamente 120.000 habitantes, goza de una localización ideal entre el mar y la montaña, además de un maravilloso clima mediterráneo y 300 días de sol al año.

La ciudad atrapa por su cultura y patrimonio histórico, sus calles están llenas de encanto, con plazas acogedoras, mercados tradicionales y edificios que reflejan la rica historia de la región. Al estar algo más apartada, la localidad atrae muchos menos turistas que otras grandes ciudades francesas como son París o Niza.

A solo 35 km de la frontera española, Perpiñán combina lo mejor de cada casa, por un lado, la influencia catalana cercana y el carácter típicamente francés, lo que se hace notar en su gastronomía, festivales y arquitectura. Entre las principales cosas que ver en la lista de Perpiñán, se encuentra el Palacio de los Reyes de Mallorca, la Catedral de San Juan Bautista y el Castillet.

Además, la ciudad también es conocida por su animada vida cultural, contando con museos, teatros y una intensa programación de eventos que celebran la música, el arte y las tradiciones locales. Considerada el centro del mundo según el Salvador Dalí, su estación de tren consiguió cautivar al artista y provocarle un “éxtasis cosmogónico”, según el periódico el Express.

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