“¡Nosotros ‘asaltamos’ a Nacho!”

Entre la baraja de historias que envuelve San Fermín, hay una madridismo. Dosis futbolera con el protagonismo de Juan Pedro Lecuona (50 años, Pamplona), merengue de sangre y mulillero de ADN. Ya son 35 las veces que ha participado en los Sanfermines, siempre corriendo con una elástica de su equipo. “¡Participo desde 1989! Aquí percibo una felicidad muy difícil de describir; un sentimiento de pertenencia a toda una comunidad”. En su espalda, Raúl, Casillas, Sergio Ramos, Xabi Alonso, Guti... pero no sólo leyendas contrastadas, también canteranos en busca de sus huecos como Miguel Torres (entonces) o Latasa. Por eso le resultó emocionante cuando el martes, acompañado de su cuadrilla de mulilleros, alzó la mirada y atisbó a Nacho por los alrededores del festejo. Una impresión, a primera vista, mayor que la de encontrarse con un toro por las calles de Pamplona a las 8 de la mañana. Y eso es mucho decir.

“Para ser sincero, ¡sí, fuimos nosotros quienes lo asaltamos para sacarnos la fotografía! Y eso que dentro del grupo hay un sentimiento mayoritario por el equipo de la tierra, pero dio igual... nadie quiso perder la oportunidad de inmortalizar ese momento”, reconoce, en declaraciones a AS. Y es que Nacho, taurino reconocido, es socio (al 50%) de la ganadería que posee el diestro Alejandro Talavante.

“¿Cómo fue el momento? Pues mostró una calidad humana y una cercanía que para nada están por debajo de su palmarés”, añade, cariñoso. Guardando la imagen junto al nuevo primer capitán, ya uno de sus tesoros más preciados. El instante, inmortalizado, de cuando disfrutaba por San Fermín junto a sus amigos, alzó la vista ante un barullo poco ortodoxo y en el medio, como el ojo de un huracán, vislumbró al capitán del Real Madrid. “Sí, es el primer futbolista del Real Madrid que veo, en persona, por los Sanfermines. Lo digo porque, por ejemplo hay imágenes de Juan Gómez ‘Juanito’ por aquí y, sin ir más lejos, fue el presidente Ramón Calderón quien en su día y tras coincidir en la fiesta con él, me envió la camiseta de Raúl para utilizarla en un encierro”.

“Una motivación para La Fábrica”

Son años y años reluciendo madridismo por las calles de Pamplona, siendo aquel madridista al que los telespectadores veían por la mañana con la camiseta de su equipo y sonreían, cómplices. Encontrarse a Nacho fue un regalo inolvidable: “Es especial y una motivación para La Fábrica que un canterano haya llegado a portar el brazalete. Impulsa a que los jóvenes sigan soñando y trabajando para lograr ese honor. Algo que ya lograron Raúl, Guti o Casillas. Leyendas a los que tenemos una enorme admiración, por supuesto”. Sobre lo que llega, Lecuona desliza optimismo: “Se está trabajando muy bien en un proyecto de futuro, pero sin descuidar el presente”. Su club “ya lo tiene todo” y él, más aún: una foto con Nacho en los Sanfermines. De sueño.