Nerea Garmendia se confiesa tras perder un 33% de audición: “Ser sordo no es malo”

A comienzos de este año, Nerea Garmendia aparecía en sus redes sociales para confesar el problema de salud que estaba atravesando. Y es que la actriz padece una hipoacusia neurosensorial bilateral que le obliga a hacer uso de un audífono ya que ha perdido un 33% de audición. Una deficiencia de la que ha vuelto a hablar recientemente en público para explicar cómo evoluciona y cómo ha cambiado su vida desde ese entonces.

La actriz de 42 años ha hecho acto de presencia en un acto organizado por GAES donde ha contado cómo vivió el momento en el que se enteró de su hipoacusia neurosensorial bilateral. “La gente me decía frases y yo entendía conversaciones, pero el significado era distinto. Tardé demasiado tiempo en ir a un especialista porque esta frase la decimos todos ‘estoy un poco sorda’, pero no hacemos nada para remediarlo. Tardé seis o siete años en ir a un otorrino”, comienza diciendo frente a los micrófonos de ‘Europa Press’.

“Todos los años me hacía mis pruebas, mis audiometrías, pero no pensé que tendría un remedio, yo ya me había resignado a ser sorda”, añade. Respecto al momento en el que le comunicaron su problema de audición, Nerea Garmendia dice: “Fui a hacerme mi séptima audiometría y de repente, me dicen que por qué no me puedo poner aparto y yo no lo sabía, no me había enterado. No lo tengo de antes porque no lo entendí, entonces, no me he puesto el aparato antes porque no me he enterado”.

“Tenemos que normalizarlo. Ser sordo no es malo y yo soy sorda. Soy diferente en algunas cosas y soy única en mi vida. Me da mucha rabia porque parece que los audífonos son para personas mayores. Hay diferentes tipos de sordera, no significa que solo lo sufran las personas mayores. Es uno de nuestros cinco sentidos y a veces se estropea”, dice.

Un antes y un después

Nerea Garmendia se siente muy orgullosa de haber dado el paso de utilizar audífono. Para ella, ha supuesto un antes y un después en su vida. “Que seas sordo no es un problema. Para mí si lo ha sido porque yo trabajo con mi voz, salí del armario y ahora escucho la vida. Es una locura. Me gusta gritar a los cuatro vientos, que me escuchen y sobre todo porque para mi ha sido un antes y un después”, concluye.