Gazir se vence a sí mismo

Al aterrizar en San Salvador debió pensar Gazir que había cambiado poco desde la última vez. En su cabeza, quizá, el 12 de abril de 2025: los hechos acontecidos en esta fecha, y que tuvieron al Estadio Mágico González de la mentada ciudad como escenario, terminaron con Aczino levantando el trofeo de FMS Internacional y con Gazir claudicando de manera polémica ante Kodigo, quien, a la postre, sería finalista. La serie de catastróficas desdichas que venían rodeando las participaciones del asturiano en Latinoamérica empujaron a Gazir a mudarse temporalmente a Colombia, integrándose, además, en FMS Colombia: va a la conquista del free y, para ello, apuesta por superar la imagen que el resto del panorama ha creado de él; quiere ganar FMS World Series y no hay otra forma de hacerlo que vencerse a sí mismo.

El destino es caprichoso y el camino le llevó al Palacio de los Deportes Carlos ‘El Famoso’ Hernández. Tras una primera jornada marcada por el triunvirato hispanochileno que dominó el bendito caos valenciano, así como por la caída de un Chuty completamente sobrepasado y aparentemente desmotivado, se presentaba la segunda fecha como una prueba de fuego para mostrar si lo que se percibió en Valencia fue flor de un día o si, por el contrario, sentaba las líneas del resto de la liga. Todavía está por resolver qué freestylers se adhieren al primer caso; poca duda hay de que Gazir se inscribe en el segundo: es líder de la tabla con todos los puntos posibles.

Zasko y Dani, antítesis de El Menor y Teorema

Nadie ponía en duda el alto precio del liderato, pero la primera batalla se encargó de recordar dicha máxima universal: Teorema y El Menor, dos de las tres partes que compartían la parte alta de la clasificación, se vieron las caras en un duelo que recordó a la última final Nacional de Red Bull que ambos compartieron y que tan genuinamente aunó energía, métrica y puesta en escena. En esta ocasión, la moneda cayó del lado de un Teorema más constante que manejó mejor el argumento de la batalla; El Menor, que mostró los puntos más altos del enfrentamiento, pudo resarcirse ante Zasko: aplastó al alicantino, que no termina de encontrarse con su mejor nivel, con una dosis alta de estructura y doble ración de punchline.

Parecía que los puntos estaban por repartirse. Y pareció bien. Zasko se impuso con contundencia ante Dani, amén de la falta de compromiso del argentino con el formato: no está en duda su magia con el micrófono, pero la importancia de los estímulos en el puntaje de una liga como FMS World Series pone en riesgo el buen hacer de Dani. Algunas voces hablan de otro ‘caso Khan’. De una forma u otra, el bonaerense, que cada batalla deja muestras de un rapeo exquisito y su aplaudida coherencia, perdió también contra un Jony Beltrán que, por otro lado, no pudo contra Lokillo, cuyo desparpajo e ingenio humorístico y pícaro ha enamorado al respetable: el colombiano ha caído de pie en la liga.

Chuty y Mau, el clásico del ‘free’

Sucede que las jornadas son largas y, quizá, esto incrementa exponencialmente la imprevisibilidad de lo que en ellas acontece. Lokillo se midió ante Aczino. Aparentemente llegaba mejor el primero y peor el segundo, pero al Diablo uno jamás puede darle por muerto: el de Neza, curiosamente, no tuvo que esforzarse para imponerse en el argumento de una batalla que, desde el primer instante, dio la sensación de comandar. En la batalla posterior, Chuty hizo lo suyo y, alejando el fantasma de la desmotivación, aplastó a Azuky, a quien le tocó, desafortunadamente, bailar con la más fea: primero perdió con el de Entrevías y luego con Gazir.

Chuty y Mau siempre tienen combustible para un verso más. Y para dos, si se trata de un duelo entre ellos. No fue este su duelo más boyante, como tampoco será el más recordado, pero dieron una clase de solidez que alcanza todavía una mayor dimensión si se aprecia que fue la última batalla de la noche. Chuty sacó “el monstruo que lleva dentro” y, aunque por poco, se comió en la tarima a un Aczino risueño que jamás hincó la rodilla. Un capítulo más para una rivalidad que, de darse en un ring de WWE, arrancaría el canto clásico de ‘fight forever’.

Un fantasma llamado Acru

El fantasma iba a ser algo más que una silueta: Gazir fue superado por Kodigo hace ocho meses al aplaudir el público más la espontaneidad del argentino que el ingenio y la eficacia del asturiano. De ahí que el duelo contra Acru estuviera envenenado. El lunático argentino, capaz de hacer de la inestabilidad verbal una fuente mágica de versos de una riqueza incalculable —cuando parece que va a tropezar, entonces, uno debe santiguarse—, había atropellado a Teorema, genio absoluto en el tipo de rapeo que el de Tucumán practica.

Ante Gazir se pudo decir, en idioma digital, que revivió el freestyle: encarnó flashbacks de la mejor época de El Quinto Escalón con un arsenal inagotable de métricas, dicción clásica y jerarquía. Pero no fue suficiente y, como tantos, murió en la orilla del formato, que aprovechó inteligentemente Gazir para hilarlo a un sólido papel en las rondas libres y, finalmente, llevarse el gato al agua por pura constancia. Fue el mejor en lo suyo y combatió con cabeza alta ‘lo otro’; la adaptabilidad que es, inequívocamente, virtud de campeones. Se desconoce lo que pensó al despegar el avión de San Salvador, pero, probablemente, vio algo más cambiada la ciudad.

Clasificación

1. Gazir – 12 pts
2. Teorema – 9 pts
3. El Menor – 9 pts
4. Aczino – 7 pts
5. Lokillo – 6 pts
6. Jony Beltrán – 6 pts
7. Zasko – 6 pts
8. Chuty – 5 pts
9. Azuky – 3 pts
10. Dani – 0 pts

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