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Mina Bonino, sobre su embarazo: “El ADN fetal arrojó una trisomía incompatible con la vida”

La pareja de Fede Valverde ha hablado de su próximo hijo, al que pensaban que iban a perder por la “trisomía 3″.

Mina Bonino ya publicó hace casi dos semanas la primera imagen de su segundo embarazo después de que naciese su primer hijo con Fede Valverde, Benicio, quien ya espera deseoso a su hermano, el cual tiene 21 semanas, y que llegará muy pronto teniendo en cuenta que un embarazo dura entre 37 y 42 semanas.

Ahora, la periodista argentina ha querido responder las preguntas de sus miles de seguidores, siendo muchas de ellas referidas a este embarazo, del que pensaban que habían perdido al bebé: “Después de haber llorado un mes entero, de haber hecho un duelo, mientras tenía en la panza a mi segundo hijo, ayer nos llegó la noticia menos pensada: el bebé está bien”.

Feliz, Mina ha confesado que su bebé será un niño después de que le preguntasen si iba a hacer el famoso ‘baby revel gender’: “No soy muy de esas cosas. Para mí no hay mucho misterio. Voy a tener otro varón, lo sé hace dos meses”.

Y, en otra pregunta, la pareja de Fede Valverde ha pasado a contar en detalle que es lo que ocurrió durante su embarazo: “A la semana 13 de gestación me hice un ADN fetal para saber el sexo del bebé, porque las ecografías y el screening había dado muy bien entonces en ese sentido me quedé tranquila”.

Un ADN fetal incompatible con la vida

Todo llegó cuando los médicos le sorprendieron con que el ADN fetal no era compatible con la vida: “Para sorpresa mía y de todos los médicos el ADN fetal arrojó una trisomía incompatible con la vida. Casi no hay casos clínicos de la trisomía 3, por eso pensaron que se trataba de un error, ya que al ser tan incompatible suelen abortarse espontáneamente antes de la octava semana. Volví a repetirlo y otra vez volvió a salir lo mismo. El ADN fetal tiene un 99% de eficacia. En casos muy puntuales suele haber un ‘falso positivo’ o un mínimo margen de error”.

Eso hundió a Mina y Valverde, quienes esperaban a su segundo hijo: “Ahí empezó un poco la pesadilla porque el pronóstico era muy malo, pero sí o sí teníamos que confirmarlo con una amniocentesis en la semana 16 para tomar una decisión. Me sacaron líquido amniótico y lo estudiaron. Los resultados tardaron tres semanas (si se detectase una de las tres trisomías más comunes puedes tener un resultado rápido en 48 horas, pero esto era muy atípico, había que estudiarlo bien). Me hicieron un cariotipo convencional y un array, donde te mide más profundidad cada cromosoma”.

Tres semanas hasta que conocieron los resultados

Fueron tres las semanas que tenían que esperar hasta conocer los resultados, tres semanas que pasaron a ser una pesadilla: “Fueron tres semanas donde hicimos un duelo, donde día a día íbamos perdiendo más las esperanzas porque sabíamos que era totalmente inviable. Había una posibilidad de un mosaicismo (que algunas células tuviesen tres cromosomas y no todas) pero aun así, el pronóstico era malo porque es un cromosoma que contiene mucha información. Y había otra posibilidad que era lo que me mantenía con fuerza, que podía ser que la trisomía la tuviese la placenta y de esa única forma el feto podría ser cromosómicamente normal”.

Al final, todo salió bien, y es que “el bebé estaba bien, el cariotipo era normal”: “Todo estaba perfecto, la placenta había hecho como una especie de depuración para que el feto estuviese bien y se quedó con ese cromosoma de más”.

Mina Bonino, sobre su embarazo: “El ADN fetal arrojó una trisomía incompatible con la vida”

El bebé está bien. Es un embarazo que se tiene que controlar más, pero de a poco empezando a disfrutar y a valorar todo porque durante este tiempo lo único que hice fue leer y leer todo de genética y te das cuenta que tener un hijo sano es la bendición más grande que puedes tener porque realmente la genética es un mundo”, ha concluido.

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