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Marta Díaz tendrá que ser operada tras el accidente en la nieve
La ‘influencer’ ha comunicado a través de redes sociales que afronta la intervención con positividad por pensar en lo que podría haber llegado a ocurrir.
El invierno personal de Marta Díaz ha empezado antes de lo previsto. Había volado a los Alpes con intención de pasar unos días increíbles, rodeada de amigos y nieve y con la única preocupación de no tener preocupaciones; pero todo se torció, literalmente. La influencer sufrió un duro accidente mientras esquiaba que tuvo como consecuencia una rotura del ligamento cruzado en su rodilla. Saltaron todas las alarmas.
Sus palabras al confirmar el suceso fueron una confesión de dolor físico y mental que preocupó a todos sus seguidores. Para culminar, deslizó que existía la posibilidad de que tuviera que ser sometida a intervención. Tras un pequeño distanciamiento calculado de las redes sociales, amén del descanso que quería darse a sí misma por la dureza de los acontecimientos, ha querido compartir vía Instagram las novedades de su estado de salud. Y es directa al respecto: tendrá que pasar por quirófano.
“Estoy bastante positiva”
En el mensaje vierte una cercana sinceridad que confirma un escenario difícil de asimilar y, al mismo tiempo, siembra una tranquilidad que nace de lo más profundo de su actitud para con esta situación. “Teníamos la esperanza de que no iba a hacer falta operación, pero hace unos días me hicieron la resonancia y efectivamente vieron que tengo el ligamento cruzado anterior roto”, inició su escueto comunicado; después zanjó: “en unos días me operan, estoy bastante positiva sobre todo por pensar en lo que podría haber pasado, y en lo que, por suerte, finalmente se ha quedado”.
Estas palabras, pese a la confirmación de una intervención en quirófano, han sido un auténtico suspiro para todos los seguidores de la creadora de contenido. El motivo es la buena actitud de ella, que afronta este episodio como un reto al que mira de ‘tú a tú'; cuando ocurrió el accidente, el mensaje no fue el mismo: “no sabéis la impotencia y la tristeza que tengo ahora mismo, es que no la puedo explicar con palabras, estoy realmente mal, mi año ha sido horrible y psicológicamente muy doloroso, esto ya ha sido la gota que ha colmado el vaso”.
Ya antes de poner rumbo a las montañas que ponen roca y altura la corazón de Europa mostró sus ganas de disfrutar y salir indemne del frío y blanco paisaje. “Me muero de ganas de verdad, encima hemos venido un grupo de nueve amigos que no puedo estar más contenta”, dijo, sonriente, encontrándose ya en los mismos Alpes donde su año dio un vuelco y el invierno se adelantó.