Los dos ‘pelotazos’ de Michael Jordan para amasar un patrimonio de 2.400 millones de euros
Michael Jordan es el deportista con mayores ganancias de la historia y solo el 6 por ciento de su fortuna proviene de su etapa como jugador de la NBA.
A finales de 2021, Sportico publicó un estudio mediante el cual trataba de arrojar luz sobre quiénes eran los deportistas con mayores ganancias de la historia teniendo en una serie de variables que incluían salarios, bonificaciones, patrocinios o licencias, además de otro tipo de inversiones que no necesariamente están relacionadas con la industria del deporte. Y Michael Jordan mira al resto desde lo más alto.
A priori, a nadie debería sorprenderle que una de una leyenda de tal calibre ocupe una posición de privilegio en esa lista de deportistas multimillonarios, pero lo cierto es que el suyo constituye además un caso especial. Y es que solo el 6% de los 2.62 billones de dólares (2.460 millones de euros aproximadamente) en los que está valorado su patrimonio proviene de sus contratos con los Chicago Bulls y Washington Wizards. Es decir, las ganancias atribuibles a su salario en la NBA ascienden a 94 millones de dólares en 16 temporadas.
Actualmente hay más de 150 jugadores de la NBA que han ganado más dinero que Jordan durante su carrera, que no se caracteriza por ser la más rentable incluso en comparación con otros jugadores de su época. Sin ir más lejos, su compañero de equipo, Scottie Pippen, ganó 17 millones de dólares más que él, a pesar de jugar dos años menos.
¿Cómo es posible que Michael Jordan haya logrado edificar semejante imperio? Pues sencillamente porque ha demostrado que el camino hacia la gloria monetaria estaba relativamente lejos de las canchas como demuestra los dos acuerdos comerciales que han marcado su vida: su idilio con Nike y una oportuna compra de los Charlotte Hornets.
Cuatro décadas con Nike
Según relata Joe Pompliano, experto en el mundo del deporte en su vertiente como negocio, cuando Jordan terminó su andadura en la Universidad de Carolina del Norte soñaba con firmar por Adidas, pero nunca le llegó una oferta y todo se redujo a Converse, que tenía a los grandes nombres de la época como Magic Johnson, Larry Bird y Julius Erving, entre otros, y Nike. Finalmente se decantó por la última que le ofreció 500.000 dólares al año en efectivo durante cinco años.
El acuerdo también incluía la oportunidad de construir su propia marca, empezando por las zapatillas y ampliando con el tiempo a ropa y otros complementos. De este modo, el montante total ascendía a unos 2,5 millones de dólares, el equivalente a su salario durante ese tiempo, y representaba un compromiso financiero 4 o 5 veces mayor que el de otros jugadores. Y todo ello sin haber debutado.
Nike calculó que su primer modelo de zapatillas, las Air Jordan 1, reportaría 3 millones de dólares en ventas durante los tres primeros años. Pero en lugar de eso, logró más de 125 millones de dólares en solo uno y ahí se terminó de cimentar una relación que dura casi cuatro décadas y que da lugar a cifras ridículas de ganancias para la leyenda de la NBA. No en vano, en todo ese período de tiempo Nike ha pagado a Michael Jordan unos 1.500 millones de dólares.
En la actualidad, Jordan recibe un canon de aproximadamente el 5% de todas las ventas de la marca Jordan, y como la marca obtuvo unos ingresos de 4.700 millones de dólares el año pasado, el exjugador se llevó a casa más de 150 millones de dólares en ingresos de Nike sólo en 2021. Lo que representa 5 veces más la cantidad que superestrellas de la NBA como LeBron James y Kevin Durant ganan por su acuerdo de patrocinio con Nike.
La compra de Charlotte Hornets
Pero si lucrativo ha sido su acuerdo con Nike, su inversión en los Charlotte Hornets no ha sido menos provechosa. Michael Jordan poseía una participación minoritaria en la franquicia hasta que en 2010 pagó a Bob Johnson 180 millones de dólares para asumir el 97% de la propiedad.
Paradójicamente, desde entonces la franquicia ha sido sistemáticamente uno de los peores equipos de la NBA, pero con la explosión de los derechos de los medios de comunicación y el interés internacional en su punto más alto, no ha repercutido en el apartado económico.
Hoy en día, Michael Jordan sigue teniendo el control mayoritario de la franquicia, pero el año pasado vendió una participación minoritaria del 20% a un grupo de inversores. Ese acuerdo valoró el equipo en 1.500 millones de dólares, es decir, casi 6 veces lo que pagó diez años antes. Y en la actualidad, los Charlotte Hornets han incrementado más si cabe su valor.
Y por si fuera poco, las dos operaciones mencionadas, que suponen el grueso de su éxito, no son sus únicas inversiones. Jordan ha diversificado su cartera de negocios hasta el punto de haber apostado por sectores tan dispares como el tecnológico, el de las bebidas espirituosas, el automovilístico -es copropietaio de un equipo de la NASCAR (23XI Racing Team)- o el de los deportes electrónicos y las casas de apuestas. Por no hablar de su participación minoritaria en los Miami Marlins y de su exclusivo club de golf ubicado en el sur de Florida. Sus propiedades y bienes materiales los dejaremos para otra ocasión. Una máquina de hacer dinero. GOAT dentro y fuera de la cancha.