TELEVISIÓN

Las secuelas de Tania Medina tras su paso por ‘Supervivientes’

La joven lleva apenas una semana en España pero todavía no ha podido comer como esperaba porque lo que ingiere le afecta en su estómago.

Tania Medina abandonó España hace unas cuantas semanas para viajar a Honduras y embarcarse en la difícil aventura que es ‘Supervivientes’. El programa que se emite en Mediaset pone al límite a los concursantes, especialmente por la falta de comida. Y aunque era impensable que Tania perdiera cifras de peso similares a las de sus compañeros, como los 17 kilos de Juan Muñoz o los casi 20 de Desy Rodríguez, lo cierto es que sí ha bajado considerablemente de peso quitándose de encima 8 kilos.

Estoy morenita. Dios mío, qué piernas. Estoy flipando. No he estado tan delgada nunca. Qué cintura, qué cara”, expresaba al ver su nuevo físico y dejar atrás “una de las experiencias más inolvidables de mi vida”. Sin embargo, las famosas secuelas que provoca ‘Supervivientes’ han comenzado a aparecer y la joven está sufriendo para adaptarse a la rutina tras unas semanas junto a las idílicas playas del mar Caribe.

Y es que el hambre que sufren los concursantes en Honduras y las caras que ponen todos ellos cada vez que Lara Álvarez destapa una recompensa conducen a pensar que, nada más regresar a España, lo primero que hacen es disfrutar de una copiosa comida. Pero nada más lejos de la realidad, y Tania Medina es un buen ejemplo de ello.

Estoy muy triste porque podría estar yendo a restaurantes ricos y deliciosos para comer pizza, sushi... y estoy yendo al súper a por un yogur desnatado sin azúcar”, ha expresado a través de su perfil de Instagram. “Estoy muy malita de la tripa. Me bebo un vaso de agua y exploto de lo ‘llena’ que estoy. Quiero ponerme buena ya”, lamentaba mientras acompañaba estas palabras con un pequeño plato con arroz blanco y pollo. No obstante, no es el único problema, pues todavía tiene las piernas repletas de cortes y cicatrices: “Son marcas de guerra de cada prueba”.

Las otras secuelas de los concursantes

La difícil situación que está viviendo Tania ya la sufrió el pasado año Palito Dominguín, que aseguró que a su vuelta a España la comida le sentaba “bastante mal” y que lo único que le apetecía era “arroz blanco con almendras”. Por su parte, a Alexia Rivas le sucedió todo lo contrario y sufrió el temido efecto rebote, mientras que Melyssa Pinto sentía “la necesidad” de tumbarse en el suelo en plena calle, hacer pis “por ahí” o no tuvo la regla en meses.

Algunos concursantes sufren este tipo de secuelas en un terreno muy distinto del de la alimentación: en el plano sexual. Por ejemplo, Suso Álvarez confesó haber tenido muchas dificultades para mantener relaciones sexuales, algo parecido a lo que sufrió en su momento Carlos Alba: “La libido se esconde como las caracolas”.

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