“Las fiestas”, lo más difícil para los actores de ‘Élite’

El próximo viernes 18 de noviembre llegará a Netflix el esperado estreno de la sexta temporada de ‘Élite’, con nuevos actores y con algunas caras que han dado mucho que hablar en temporadas anteriores. El cambio constante en el reparto forma parte del ADN de la serie y todos los actores coinciden en que la acogida a los nuevos es siempre muy buena porque llegan a ser como una familia. Pero no solo se ponen de acuerdo en eso, sino que casi todo el elenco coincide en qué es lo peor cuando graban los episodios de ‘Élite’. En una entrevista con Diario AS, Manu Ríos, André Lamoglia, Carmen Arrufat, Álex Pastrana, Carla Díaz, Ander Puig, Adam Nourou, Valentine Zenere, Ana Bokesa y Álvaro de Juana se sinceran sobre el rodaje de las fiestas y el lado que los espectadores no ven de ellas.

“Las fiestas”, confirma Carmen Arrufat entre risas. “Podría buscar más cosas e interpretativamente te podría decir escenas, pero es verdad que las fiestas muchas veces... Como espectador supongo que dices que qué guay. Pero acabas... Yo recuerdo las últimas semanas de rodaje que rodamos en dos semanas una fiesta y yo no podía más. De repente escuchar la misma música es como: ‘Stop. Con esto no puedo’. Con tacones, vestidos... Las fiestas son muy pesadas de rodar. Muy divertidas desde fuera”, explica. Junto a ella se encuentra Álex Pastrana, que confirma sus palabras y da más detalles: “Los bailecitos de mímica todo el tiempo”. Y la actriz sentencia: “Claro, sin música. Son tela marinera las fiestas”.

En la misma línea se pronunció Carla Díaz, que incluso defendió que lo que menos le apetece al terminar es irse de fiesta: “Es que es lo más aburrido, porque al final hay muchas secuencias de fiesta que estás de figuración, porque como estamos todo en la misma fiesta pues hay muchas que estás ahí esperando y esperando 300 horas”. A su lado, Ander Puig y Adam Nourou destacan la cantidad de planos y que “hay muchas escenas y para grabar una fiesta a veces hemos estado una semana”. “Una semana que parece el día de la marmota, todos los días con el mismo vestido, las luces, el mismo vestuario, haciendo ‘mood fiesta’... Acabas el viernes, tras grabar toda la semana la fiesta, que lo que menos te apetece es salir”.

Por su parte, a Manu Ríos le viene otra cosa a la cabeza, la concentración durante tantas horas, pero enseguida, como sus compañeros, saca a relucir las fiestas: “Para mí, estar concentrado durante tantas horas y con tantos estímulos alrededor. Por ejemplo, cuando rodamos una fiesta hay muchísimas personas, son muchos planos y hay que tener como un nivel de concentración y de repartir bien la energía a lo largo del día porque, si no, acabas... Y eso no se ve en pantalla porque la gente lo ve todo montado, pero si viesen la de horas que hay y manteniendo siempre la energía en el mismo sitio... Es lo más complicado”, desvela.

“Es que no es una fiesta, es todo lo contrario a una fiesta porque no hay música. Cuando nosotros estamos teniendo una conversación en medio de una fiesta no hay música. Está todo en silencio. La gente no puede hacer un ruido. Si volvemos a rodar, todo el mundo tiene que volver a la posición. Y hay cientos de personas. Es un lío”, añade. Su compañero André Lamoglia, lo corrobora: “Controlar a una persona no es fácil, imagínate a 200. Me acuerdo que había una secuencia de la temporada pasada de Ibiza, que fue la fiesta de Isadora, y a la figuración le hacía mucha ilusión estar ahí por eso de voy a una fiesta. Pero pensaban que era una fiesta y yo veía la cara de la gente, que se iba apagando, la diferencia de cuando llegaron a cuando se iban...”, confiesa entre risas y provocando lo mismo en Manu Ríos.

Otras dificultades que encuentran los actores a la hora de grabar

Ana Bokesa se ríe cuando oye lo de las fiestas, pero recuerda otro momento difícil al que tuvo que enfrentarse en el rodaje de ‘Élite 6′: “Tengo una escena en el agua en pleno invierno que el agua estaba ardiendo y era complicado porque te quemaba la cara”. Álvaro de Juana, por su parte, destaca el lado emocional: “Lo más difícil ha sido a nivel emocional no llevarte luego a casa toda esta historia”.

Sus palabras las recoge con lástima Valentina Zenere: “Complicadísimo. Yo me lo llevé, no me quedó otra. Para mí hubo escenas bastante bastante complicadas porque me tenía que involucrar mucho emocionalmente, sobre todo con ataques de ansiedad. Me he pegado unos buenos mareos”.