La “vergüenza” de Daniel Sancho: un criminólogo explica el motivo del crimen

El juicio a Daniel Sancho en Tailandia atraviesa su ecuador tras haber concluido la segunda semana de sesiones en la corte provincial de Samui. Un litigio que se extenderá previsiblemente hasta el 3 de mayo, pero del que no se conocerá sentencia hasta, al menos, junio o julio. A lo largo de las ocho jornadas ya celebradas, el juez ha escuchado los relatos de los testigos aportados por la Fiscalía como el de la médico forense de Edwin Arrieta o los policías que tomaron la primera declaración al español.

El hijo de Silvia Bronchalo y Rodolfo Sancho se enfrenta a una posible condena de cadena perpetua o pena de muerte en caso de que se llegue a demostrar que existió premeditación en el asesinato y desmembramiento del cirujano colombiano el pasado mes de agosto. Consciente del futuro tan negro que le espera y descontento con la labor de su abogado tailandés, el acusado ha decidido tomar su propia defensa haciendo caso omiso de las directrices de su letrado.

“Ha montado un show (...) Se levanta, arrastra las cadenas y empieza a hacer preguntas. Tiene una actitud desafiante y el ambiente allí era muy denso. Parece que vive en un mundo paralelo que no tiene límites”, aseguran varios testigos en El Mundo. Una controvertida actitud por la que el magistrado, cuya identidad es un misterio, tuvo que llamar la atención a Daniel Sancho en varias ocasiones.

Pero, ¿qué llevó al joven a perpetrar semejante crimen? En un primer momento, y siempre según las autoridades tailandesas, Daniel Sancho confesó el crimen alegando que Edwin Arrieta le tenía amenazado a pesar de vivir “en una jaula de cristal”. “Yo era su rehén”, habría pronunciado el español durante su primera declaración tras ser detenido. Unas palabras que el equipo legal contratado por Rodolfo Sancho niega de manera tajante haciendo referencia a posibles errores de traducción o a un engaño por parte de la policía del país asiático. El intérprete tailandés de Daniel Sancho rompe su silencio: “Me quedé impresionado”.

Un testimonio clave

Mientras se esclarece esta cuestión, La Razón desvela un testimonio clave que saca a relucir el posible motivo por el que Daniel Sancho habría decidido perpetrar esta fechoría que le podría llevar a la máxima pena en Tailandia: el nerviosismo. Un estado que se intensificó cuando Edwin Arrieta le comunicó su intención de trasladarse a España para estar más cerca de él. “Esta noticia desencadenó una serie de acontecimientos que sometieron a Sancho a una situación de presión insoportable”, señala esta fuente. “Yo sé que en las últimas semanas Daniel no se encontraba bien. Estaba algo nervioso. Su socio colombiano quería mudarse a España. Eso fue lo único que me dijo”, añade.

El análisis de un criminólogo

A raíz de esta información, el criminólogo José Jiménez Planelles analiza en la revista Semana qué podría esconder la mente del hijo de Rodolfo Sancho, un joven sin ningún tipo de desorden mental diagnosticado y sin antecedentes delictivos, a asesinar y desmembrar a una persona.

Jiménez Planelles habla de “la vergüenza” de Daniel Sancho, es decir, que saliera a la luz la supuesta relación homosexual que mantenía con su víctima. “Por la vergüenza y la humillación, las personas cometen mayores atrocidades”, comienza diciendo, aunque subrayando que se trata de una situación con anomalías ya que el español “viene de una familia de actores donde la homosexualidad está aceptada y normalizada”.

“Desde el punto de vista de la ciencia forense, desde que vivíamos en cuevas hasta nuestros días, hemos visto casos de gente que ha matado de forma premeditada por humillación, miedo, celos o vergüenza (...) Algunos incluso se han llegado a quitar la vida porque no se ven capaces de eliminar a la persona que causa su vergüenza o incluso porque así creen hacer más daño a esta”, continúa explicando este experto.

El criminólogo revela que el ‘Caso Sancho’ se debe entender analizando cómo repercute la aceptación de la homosexualidad entre ambos: “¿Cuál es el tipo de relación que se estableció entre la víctima y el asesino? ¿Es amor? ¿Es odio? Ambas son compatibles al mismo tiempo, tú puedes cuidar de alguien con ese componente de infantilismo con el que cuidaríamos a un niño y luego ser capaz de cometer un crimen contra esta persona. Un crimen por evitar la vergüenza”.

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