La Policía destapa que Rafael Amargo quería una lavandería como almacén de droga
En una de las sesiones del juicio contra el bailarín, la Policía ha sacado unas conversaciones telefónicas que apuntan en esa dirección.
El bailarín Rafael Amargo está siendo sometido al juicio por su supuesta vinculación con la ‘Operación Codax’. Según lo que ha destapado la Policía en la última vista, existe una conversación telefónica entre Amargo y Eduardo de Santos -el productor teatral de la obra ‘Yerma’-, en la que se sugiere que querían utilizar una lavandería como escondite para tener un almacén de droga y no despertar las sospechas de los vecinos.
Esa pequeña lavandería habría estado montada en un trastero que sirviera “como una especie de tapadera” al tener como actividad principal la limpieza de la ropa utilizada en las producciones teatrales. En dicha conversación telefónica, los dos implicados comentaban la posibilidad de advertir a los vecinos de la futura existencia de un trasiego de personas importante a consecuencia del funcionamiento de la lavandería.
Además, en dicho lugar iba a haber un lugar para “bolsitas”, lo que en teoría sería una forma de referirse en clave a la droga. En el contrato de la estancia no iba a aparecer ni el nombre de Amargo ni el de dos Santos “por si pasaba algo”. Los agentes han concluido todo lo referido a la lavandería fantasma sin poder precisar en qué lugar iba a estar su ubicación.
Tráfico para financiar ‘Yerma’
Según las diligencias policiales expuestas en la primera sesión del juicio, Amargo y su productor hacían “compras conjuntas” para financiar la obra de teatro ‘Yerma’. La Fiscalía explicó en esta sesión su teoría de que el bailarín tenía un entramado por el que la gente compraba sustancias prohibidas en su casa o, por el contrario, “hacía llegar la sustancia al lugar donde el cliente indicaba, para lo cual se valía de su hombre de confianza”.
Amargo entró en la prisión de Soto del Real a principios de noviembre tras no cumplir con la obligación de firmar en sede judicial durante su libertad provisional. “Estoy cansado de decir que soy inocente, pero ya el tiempo lo dirá porque confío en que la justicia me dará la razón”, escribió desde prisión en una carta que fue publicada por el programa ‘Fiesta’.
En todo momento ha defendido su inocencia e incluso inició una huelga de hambre durante su privación de libertad. “Está demacrado, ha perdido diez kilos”, señaló su abogada, Ana Isabel Peña. “Le pesan todos los días para ver si está perdiendo peso de verdad o si está incumpliendo y le dijeron ‘elige, o te mueres, o dejas la huelga de hambre’. No existen motivos para que esté en prisión. Yo diría que más bien es una estrategia diabólica, está cumpliendo pena cuando ni siquiera ha sido juzgado y alegan riesgo de fuga cuando nunca ha habido porque él sí acudió a juicio”, agregó la letrada.