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Johnny Galecki, de ‘The Big Bang Theory’, se casa en secreto

El actor ha desvelado que ha contraído matrimonio y que ha sido padre de una niña, pero no ha aportado la fecha de ninguno de los dos eventos.

Uno de esos amores que los amantes de las series vespertinas recuerdan por la aparente imposibilidad que muchas veces se cierne sobre la vida de las personas es el que protagonizaron Leonard (Johnmy Galecki) y Penny (Kaley Cuoco). Él era un científico de Caltech que encarnaba la esencia geek y el mundo friki; ella, una aspirante a actriz nueva en el bloque. Fueron vecinos en la trama y pareja en algo más que la ficción. Pero su romance terminó en 2009. Y la serie en 2019.

La vida personal de Galecki hace tiempo que abandonó aquella galaxia. Y parece que, en ese momento, abrazó otra cuya nebulosa condensa privacidad. Tal y como ha desvelado la revista Architectural Digest, amén del posado oficial que ambos realizaron y que ahora se ha publicado, el intérprete ha contraído matrimonio con Morhan Galecki poco después del nacimiento de su primera hija juntos, Oona Evelena. Pero ni ha dicho cuándo se produjo tal alumbramiento, ni ha datado la ceremonia.

“Gracias por el encantador perfil en el hermoso fondo de nuestras vidas mientras están de pie y sonríen hoy. Lo colocaremos en nuestra cápsula del tiempo familiar y lo apreciaremos durante muchos, muchos años”, ha escrito el actor, dirigiéndose a la citada revista, junto a las fotografías que ha compartido en su perfil de Instagram.

Nuevos horizontes

De esta forma inicia una bonita y opaca historia de amor, consciente Galecki de todos los cambios que están produciéndose en su vida y de cuánto está sanándose él en este proceso. Más allá del plano sentimental, que ahora llega al culmen de una nueva etapa tras el divorcio con Alaina Meyer —fruto de esta relación nació su hijo Avery—, también ha encontrado la paz, según afirma a la mencionada revista, a través de una mudanza.

Tras vivir durante 30 años en Los Ángeles, el actor decidió abandonar en 2018 la ciudad de las estrellas para cumplir con aquello que el corazón le dicta. “Nunca me sentí como un angelino. Y lo intenté. Lo digo con tristeza, no con esnobismo. Treinta años es mucho tiempo para vivir en una ciudad en la que no te sientes cómodo”, ha confesado. Ahora vive en Nashville, Tennessee. Un cambio radical, lejos de cualquier giro previsto para ese científico que, entre amores y amigos, alegró tantos ratos vespertinos.

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