TELEVISIÓN

Joaquín confiesa su sueño frustrado: “Mi madre hizo todo para que no pasase”

La primera entrega del documental ‘La penúltima y me voy’ aborda la infancia del futbolista donde Joaquín asegura que quería ser torero.

Antena 3 continúa exprimiendo al máximo el ‘fenómeno Joaquín’. El futbolista despierta pasiones allá por donde va y muestra de ello fue el éxito que cosechó con su programa ‘Joaquín, el novato’. Es por eso que ahora la cadena apuesta por un documental sobre la vida del andaluz bajo el título de ‘La penúltima y me voy’. En la primera entrega, Joaquín Sánchez aborda su infancia en el Puerto de Santa María, su profesión frustrada y el problema de salud con el que nació y que casi le hace pasar por quirófano.

“Aquí vamos a ver lo que soy yo, mi familia y mi gente”, comienza diciendo. El jugador del Betis confiesa ante los espectadores de Antena 3 que su sueño no solamente pasaba por los terrenos de juego, sino también por las plazas de toros. “Siempre quise ser torero”, admite. Sin embargo, su madre no lo vio con buenos ojos. “Ella hizo de todo para que eso no pasase”, añade. Joaquín recuerda cómo de pequeño simulaba que toreaba con una espumadera en mano y una toalla.

Su afección al nacer

Una vez más, Joaquín ha vuelto a hablar del problema de salud con el que llegó al mundo y por el que casi pasa por quirófano para poner remedio. “Yo nací con un huevo, vamos a llamarle… Defectuoso. Estaba sin hacer”, comenta en ‘La penúltima y nos vamos’. “El médico le dijo a mi madre que había nacido con este defecto y que, o se veía capaz de ponerme todos los días a primera luz de la mañana al sol, unos 20 minutos, o que más adelante pasaría por quirófano”, sigue explicando.

Un relato al que se suma una de las vecinas del deportista, Milagros: “Te ponían en mi ventana para que te diera el sol en los cataplines”. Por su parte, el padre de Joaquín también aporta su granito de arena al tema: “Se ponía unos 20 minutos. Su madre decía que eso cuaja así, y vamos, se le quitó”.

El ‘secreto’ de su éxito

‘La penúltima y nos vamos’ también pone al descubierto otra de las grandes anécdotas de la infancia de Joaquín. “Yo estuve tomando teta hasta los seis años. Ya había un momento que me tapaba porque me daba vergüenza. En mi carrera he tenido pocas lesiones y el médico me ha dicho que puede tener que ver con estar tanto tiempo tomando el pecho de mi madre”, cuenta. “Si lo llego a saber, estoy unos años más”, concluye con su habitual sentido del humor.

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