El cambio que Esty Quesada, ‘Soy una pringada’, haría en el pasado: “Ponerle un condón a mi padre”

El fenómeno Esty Quesada es uno de esos casos cuya explosión mediática se comprende por lo singular de un perfil que, lejos de rehuir las polémicas, parece convivir en la frontera humorística donde se desdibuja lo políticamente incorrecto y la amoralidad. Su carrera comenzó en 2015, cuando encontró en YouTube una vía para distraerse de sus problemas: los vídeos que grababa, en clave pesimista, irónica y humorística, arrasaron en redes. Después dio el salto a la pequeña pantalla y, desde entonces, participa en numerosos proyectos. El último, el podcast de Podimo Special People Club, una “casa del árbol donde hablamos de nuestros miedos”.

Son muchas las ocasiones en las que la de Baracaldo ha copado titulares; esta última vez, por la visita que ha realizado al instituto Columbine de Estados Unidos, lugar marcado por la tragedia. La influencer, reconocida seguidora de la cultura pop-freak estadounidense, se acercó al centro educativo —algo prohibido para evitar el turismo del morbo—, reconoció tener camisetas y posters con la imagen del crimen que allí se cometió y llegó a ser multada por la policía, que, además, le prohibió la entrada durante un año al sitio. “Y hasta aquí el mejor día de mi vida”, sentenció.

En una entrevista con El Mundo, la creadora de contenido ha hecho referencia al trágico suceso de una manera polémica e incendiario que ha extendido rápidamente la indignación en las redes sociales: reconocía que “el de Eric y Dylan en Columbine” era su ocasión favorita en la que alguien se ha quitado la vida porque “entraron en su instituto, se cargaron a tiros a 13 personas y luego se pegaron un tiro a sí mismos en la cabeza, en la biblioteca”. El enfado ha sido todavía mayor por la coletilla final: “Una fantasía y todo a lo que aspiro”.

La condena de las redes sociales

No es la única declaración polémica que ha dado. Tras ser preguntada acerca de aquello que cambiaría si pudiera viajar en el tiempo, la influencer ha respondido con el mismo pesimismo con el que acostumbra a afrontar este tipo de cuestiones: “Ponerle un condón a mi padre”.

Los comentarios de diferentes usuarios ante estas palabras han ido desde algunos casos aislados que afirman que se trata de un buen reflejo de la juventud hasta una opinión generalizada que condena la apología que realiza. “A esta chica se le ha comido el personaje, cada día dice una tontería mas grande para llamar la atención”, dice uno, a lo que otro se pregunta: “¿Por qué se le da voz a esta gente? ¿Ejemplos para quién?”.

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