Si eres de los que cambia las sábanas una vez a la semana, lo estás haciendo mal: esto es lo que recomiendan los expertos

En verano, al igual que en cualquier época del año, el descanso es una parte fundamental de la rutina diaria. Dependiendo de cada persona y de sus hábitos, puede ocupar hasta un tercio de la jornada, por lo que dormir bien no depende únicamente del acto de cerrar los ojos, sino también de contar con un colchón adecuado y una almohada cómoda que favorezcan la relajación y el descanso del cuerpo y la mente.

En este contexto, la higiene de las sábanas también juega un importante papel en el descanso y en la salud. Y es que, a pesar de que exista una corriente generalizada que recomienda cambiarlas una vez a la semana, esto podría no ser suficiente en ciertas situaciones, como bien advierten diversos expertos de marcas como Dormitoryrum, Coppel y Dormilón.

Todos ellos coinciden en la misma idea: seguir una regla fija es un pensamiento erróneo, ya que la frecuencia con la que hay que cambiar las sábanas la determina factores como el clima, los hábitos y las condiciones personales de cada individuo.

Entre 3 o 4 días y dos semanas

En zonas húmedas o donde el calor hace acto de presencia, se recomienda renovar las sábanas cada tres o cuatro días, ya que el sudor, las partículas muertas y la humedad tienen la capacidad de acumularse con facilidad en ellas. Por otro lado, en lugares fríos o secos, el cambio de colcha se puede alargar hasta dos semanas.

Hay otros factores que puede influir en este proceso y en el tiempo que puede pasar entre sábana y sábana. Entre ellos, destacan las posibles reacciones alérgicas, tener mascotas, compartir cama y las habitaciones de invitados, cuyas sábanas se puede cambiar de forma mensual.

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