Raquel Hernández, doctora en Ciencias del Deporte, explica el error que cometemos con este calzado de verano: “Lo menos posible”
Llevar zapatos cerrados en verano hace que nos sude el pie, por lo que es recomendable utilizar zapatos ligeros como las chanclas pero sin abusar de ellas.
Dicen que la primavera, la sangre altera. Durante todo el año esperamos que llegue el verano y con él, el buen tiempo y las vacaciones, y este se va en un suspiro. Los amantes del calor piensan que no está compensado, por lo general nos pasamos ocho meses de 12 vistiendo con manga larga y botas de lluvia, pero quienes adoran esa época de sofá, peli y manta creen que esa diferencia mantiene la armonía.
Las chanclas de dedo son el calzado estrella en temporada estival. Es el tipo de zapato más fresco y ligero, ya que a veces no es del todo cómodo, pero quizá solo debe utilizarse para un momento determinado y sin abusar de él.
Raquel Hernández, CEO de CERO, Centro de Recuperación de Lesiones y Dolor Crónico, ha explicado en Radio Murcia Cadena SER lo que le sucede al pie después de pasar tanto tiempo llevando zapatos cerrados como las deportivas a prácticamente ir sueltos y al aire libre: “Estamos acostumbrados a llevar el pie agarrado y reforzado todo el año, y en el momento en que pasamos dos meses del año a caminar mucho con chanclas de este tipo, lo normal es que el pie, la rodilla o la cadera se resienten. Mucho más si eres asiduo a tener molestias ahí o en el lumbar”, comenta.
La ex-deportista de élite y doctora en Ciencias del Deporte cuenta que “llevar unas chanclas hace que cambiemos la marcha, la manera de andar, ya que tenemos el pie suelto y acortamos la zancada, así como generamos mucha fuerza con los dedos de los pies para agarrar, porque tenemos el talón al aire, este todo el rato se va moviendo hacia dentro y hacia fuera, no caminamos recto. Eso quiere decir que nuestras articulaciones buscan estabilidad”.
Recomendación de la experta
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Hernández aconseja usar chanclas el menor tiempo posible, solo “cuando no tengamos que caminar mucho. Para bajar de la playa y caminar 150 metros, sí”. Además, recomienda que sean “chanclas fresquitas, pero con el talón sujeto y que sea una suela que se mueva con el pie, que tengas el pie pegado a una suela de mínimo 5 milímetros”.
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