El divorcio de Ricardo Sanz y Aparicio como socios, y su restaurante, Kabuki: “Quiero olvidarlo”

Ricardo Sanz ha vivido de la gastronomía durante gran parte de su vida, empezando a trabajar en un bar de hamburguesas con solo 22 años. Sin embargo, su nombre alcanzó la fama con un negocio que abrió sus puertas en 2004, Kabuki. Un restaurante de fusión japonesa-mediterránea ubicado en el hotel Wellington que fundó junto al que es ya su ex socio, José Antonio Aparicio Puig.

Una dupla que acabó rompiendo en 2021, dejando a Ricardo con el espacio del restaurante, y a Aparicio con el nombre. Pero, lo que el chef no esperaba era que su ex socio abirese un nuevo Kabuki a sólo cinco minutos andando del hotel Wellington, donde ahora se ubica el ‘Ricardo Sanz Wellington’.

“Quiero pasar por encima... Olvidarlo. Ser elegante. He intentado seguir con mi trabajo, con lo que he hecho toda mi vida. Al final son mi gastronomía, mis platos. Vamos a intentar hacer platos nuevos, y seguir trabajando para que nuestros clientes estén a gusto aquí”, señala el propio Ricardo a ‘El Mundo’, dejando claro que quiere olvidar aquel nombre, y centrándose en la verdadera esencia, la comida: “Todos estamos de acuerdo en que la cocina es lo que hace a un restaurante ¿no? Es lo que marca que la gente vaya o no vaya”.

En una entrevista anterior, concedida a ‘El País’, Ricardo admite que se siente “robado”: “Sí, de una manera legal, pero de una manera absolutamente desleal, me la han robado después de 23 años de trabajo. Ya no puedo seguir con la marca con la que he trabajado hasta ahora, ahora tengo que seguir con mi nombre, y es lo que tengo que defender ahora”.

Una deuda: el motivo de su divorcio

Y es que sobre su divorcio de José Antonio Aparicio, Ricardo señala que todo se debió a una gran deuda que atravesaron: “Yo soy cocinero, no tengo ni idea... Pero un día me dio por mirar las cuentas y cuando vi cómo estaba la cosa decidí que se terminaba todo”.

Pese a ello, Ricardo Sanz ha intentado arreglar las cosas, sin suerte: “No ha habido acuerdo. No hay vuelta de hoja”. Es por eso que para el cocinero se acabaron las relaciones laborales con otro socio: “Lo he pasado tan mal... pero bueno...”.

Ahora bien, el nombre de Kabuki no fue lo único con lo que se quedó Aparicio según Ricardo. “En la inauguración me consta que sacaron varios platos míos. Cambias una coma y ya puedes hacer ese plato...”, añade al medio citado.

Ricardo Sanz y José Antonio Aparicio volverán a verse las caras, pero en los juzgados. Desde el medio han tratado de ponerse en contacto con el empresario, pero se han negado a dar su versión: “Existe un proceso judicial en marcha y de momento no vamos a hacer ningún tipo de declaración”.