El director de la prisión de Daniel Sancho revela cuál es su “obsesión” diaria

Las horas caen como lentas como el plomo en la isla tailandesa de Samui. Allí se encuentra la prisión donde Daniel Sancho cuenta las horas y los días. Aunque el aislamiento geográfico sea total, amén de la condición insular donde se halla la cárcel, el asesino confeso está muy al tanto de todas las novedades que rodean su caso. Por ejemplo, no ha pasado desapercibido para Sancho que, desde hace unos días, se había quedado sin abogado en Tailandia: su propio equipo decidió rescindir la relación laboral con el letrado pese a estar “contentos con su trabajo”. A su vez, el abogado no ocultó su “hartazgo” por los supuestos malos tratos recibidos. Ya hay ciertos rumores acerca de quién puede ser el nuevo encargado de defender al hijo de Rodolfo Sancho, pero lo cierto es que todavía no hay nada confirmado. Y eso es lo que le quita el sueño.

Según apuntan desde El cierre digital, “el hijo de Mr Lak Nitiwatanawichan, ya fallecido” sería la persona sobre la que recaería esta responsabilidad. Sin embargo, como la familia no ha dicho nada al respecto, la incertidumbre se cuela por los barrotes de la celda de Daniel Sancho como el agua en un piso con goteras. Así lo ha relatado el director de la prisión de Koh Samui, Watcharapong Boonsaior, en una entrevista para TardeAR. Sus palabras revelan de una vez por todas a qué dedica el tiempo el acusado por el asesinato de Edwin Arrieta.

Se puede resumir en pocas palabras, pero la realidad es que son miles y miles las que harían falta para contarlo en profundidad. El autor confeso pasa los días y las noches pensando qué hacer para no estar como reo en esa prisión y para escapar a la pena de muerte. También gasta las horas en reflexionar acerca de las posibilidades que tiene de cumplir la condena en España y no en Tailandia.

“Se ha convertido en una obsesión para él”

“A falta de abogado, Sancho ocupa todas las horas del día a estudiar su caso, se ha convertido en una obsesión para él”, confiesa Boonsaior para el formato vespertino presentado por Ana Rosa Quintana. “También hace ejercicio”, añade, aunque esto último, asegura, lejos de ser algo particular, es parte de la vida presidiaria tailandesa: “como el resto de presos que están a la espera de juicio pone el foco en cómo defenderse”. Entonces la máxima autoridad del centro penitenciario sentencia: “no sale de ahí”.

Y es que este torbellino de pensamientos se habría acrecentado en los últimos días, tras salir a la luz que se había quedado sin abogado. Según pudo contar el reportero de TardeAR en Tailandia, Alejandro Rodríguez, que ha hablado con el hasta hace poco letrado de Sancho, Kunh Anan, a éste le pareció “una falta de respeto absoluta que ni los abogados españoles ni Rodolfo Sancho hablaran con él en ningún momento que se le encargó el caso de su hijo”. De hecho, llegó a decir que en sus 20 años de trayectoria profesional no le había ocurrido nunca algo tan esperpéntico. Tan grotesco y extravagante que la solución se encuentra en un oscuro callejón sin salida que, cada noche, Daniel Sancho recorre en busca de alternativas.