De Manel Navarro a Edurne: los gallos más sonados de los españoles en Eurovisión

Hoy comienzan las semifinales de Eurovisión, el festival de la canción más famoso del mundo. Chanel representa este año a nuestro país después de unos años en los que los resultados han sido muy negativos. La artista de origen cubano tratará de conquistar desde Turín a las audiencias globales con el tema ‘SloMo’, canción que ha pasado por varias controversias después de imponerse en el Benidorm Fest a Rigoberta Bandini y su ‘Ay Mama’ y Tanxungueiras y ‘Terra’. Ahora, hemos querido repasar algunas de las actuaciones menos valoradas de nuestros representantes en Eurovisión.

Manel Navarro

Echando la vista atrás y en cuanto a quiebres disonantes de voz se refiere, es fácil que nuestra mente viaje directamente al ya legendario gallo que soltó Manel Navarro durante su representación de ‘Do it for your lover’ en el escenario de Kiev en 2017 (España acabó en el último puesto). Pero el gazapo del catalán no ha sido, ni mucho menos, el único que han protagonizado los ‘embajadores’ españoles en Eurovisión.

Edurne

Dos años antes de la sonada actuación de Navarro, Edurne tuvo otro ‘resbalón vocal’ con ‘Amanecer’, una canción que, todo sea dicho, era bastante complicada a nivel técnico. La cantante, acompañada de una espectacular puesta en escena, hizo una labor más que sobresaliente durante casi todo el show, pero cerca del final se le fue la voz. España quedó en el puesto 21.

El Sueño de Morfeo

Si lo de Edurne fue un desafortunado patinazo final, lo de El Sueño de Morfeo en 2013 fue un desastre de principio a fin. Raquel del Rosario salió a la escena más que nerviosa, y esto se tradujo en la voz desde el primer instante. La intérprete desafinó durante los tres minutos y medio de ‘Contigo hasta el final’, y ni siquiera las gaitas pudieron camuflar el desbarajuste tonal. El festival nos ‘castigó’ con el penúltimo puesto.

Las Ketchup

Lo que Las Ketchup hicieron en el año 2006 con su canción ‘Un Bloody Mary’ y su puesta escénica, será siempre recordado por muchas cosas, y es posible que los desafines vocales no sean la primera de ellas. La coreografía con las sillas fue tan original como desconcertante, pero los problemas de sonido y de vestuario empañaron la actuación, que, siendo justos, tampoco fue interpretada con mucho acierto. Al final, no pasamos del puesto 21.

Beth

Tras el ‘hype’ (y la posterior decepción) que se montó con Rosa y su ‘Europe´s Living a Celebration’ en 2002, al año siguiente se volvió a optar por tirar de la cantera de Operación Triunfo, y la elegida fue Beth, finalista de la segundo edición del talent show. La canción, ‘Dime’, fue un exitazo y era más que pegadiza, pero lo cierto es que a la cantante también le jugaron una mala pasada los nervios. Tampoco ayudó la elevada exigencia de los bailes, que hicieron que la joven perdiera el control de la voz en más de un momento o bien diera la impresión de que, más que cantar, estaba gritando. Pese a todo, quedamos octavos.