¿Cuánto cobran los comensales de ‘First Dates’ y quién paga la cena?

First Dates es uno de los programas más asentados en la parrilla televisiva durante la franja nocturna. Presentado por Carlos Sobera y emitido en Cuatro, el show de citas a ciegas junta a dos personas en base a sus preferencias y les prepara un encuentro a la hora de cenar en un restaurante. Pero no es oro todo lo que reluce. Y es que First Dates guarda algunos secretos que son una incógnita para sus espectadores.

Personas de todas las edades acuden a First Dates en busca del amor. Sin embargo, no es este el único interés que pueden tener, puesto que solo su presencia delante de las cámaras ya les reporta un beneficio económico. Serían, en la actualidad, 90 euros por la cesión de los derechos de imagen, aunque esta cifra llegó a ser de 100 euros años atrás.

Pero no quedaría ahí la cosa. Y es que el menú que les sirven, compuesto por doce primeros platos, doce segundos, bebida y postre; también corre a cargo de la productora. Los comensales pagan durante la cita su precio, 15 euros, pero al final del programa se lo devuelven. Aunque, en caso de que uno de los participantes decida invitar a cenar al otro, únicamente se le retornarían 15 euros y no 30.

Ni es una cena ni existe el restaurante

A pesar de que la cita asemeja ser una cena, favorecido también por la hora de la emisión, First Dates se filma entre las 9 de la mañana y las 7 de la tarde. Un horario en el que se hace factible que el menú sea desde un desayuno hasta una merienda, pero parece poco probable que pudiera ser una cena.

Además, el restaurante en cuestión no existe. A pesar de que el decorado está muy logrado y verdaderamente se asemeja a ello, es simplemente un nuevo truco de la magia de la televisión. Se trata de una nave industrial destinada específicamente a la filmación del programa. De hecho, ni siquiera existe un techo propio, pues ese espacio está destinado a los focos que iluminan la escena.

El resto de las situaciones que muestra First Dates sí son reales. Desde en las conversaciones entre los protagonistas hasta en los espacios más íntimos, como el jacuzzi, la clave del programa recae en su naturalidad. “Es totalmente real. No hay guion en las conversaciones. Todo lo que los solteros expresan sale de sí mismos”, explicó la directora de casting, Isabel Navarro, en declaraciones para ABC.