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Chris Hemsworth, comprometido con el regreso de un animal extinto
El popular actor está totalmente implicado en un proyecto que pretende devolver a la vida a icónico tigre de Tasmania, que desapareció en 1936.
Chris Hemsworth está encantado con un proyecto que pretende devolver a la vida a un animal extinguido desde 1936: el tigre de Tasmania. También conocido como lobo marsupial o tilacino, tiene un aspecto similar al de un perro salvaje mezclado con un tigre y podría regresar a su hábitat para equilibrar el ecosistema. Ese es el objetivo al menos de la empresa Colossal Biosciences, cuyo equipo de ingenieros genéticos pretende reintroducir especies perdidas en su territorio de origen. Así lo asegura el New York Post, que recoge además unas declaraciones del popular actor que da vida a Thor en las cintas de Marvel.
“La eliminación de un superdepredador (aquel que no tiene depredadores naturales), especialmente debido a la erradicación humana, tiene un efecto devastador en nuestro ecosistema y contribuye a problemas como la propagación de enfermedades, la sobrepoblación de ciertas especies y la interrupción de la vida vegetal nativa”, expresó. “Las especies icónicas que regresan, como el tigre Tassie, siguen siendo la máxima prioridad”, apuntó.
“El tigre de Tasmania es el único superdepredador marsupial que vivió en los tiempos modernos, por lo que no hay ninguna otra especie nativa que pueda reemplazarlo”, explicó en este caso Andrew Pask, de la Universidad de Melbourne. “Es muy difícil predecir lo que un depredador no nativo podría hacerle al ecosistema, razón por la que la introducción de especies en nuevos hábitats puede provocar desastres ecológicos. Donde se ha perdido una especie fundamental de ese entorno, lo mejor que podemos hacer es tratar de recuperar a ese animal”, zanjó.
El proceso para ‘crear’ al tigre de Tasmania
Tal y como explica el mismo medio, el renacimiento de este animal se basa en material genético de su pariente vivo más cercano. Curiosamente esté es un pequeño marsupial carnívoro llamado dunnart de cola gruesa, que tiene el tamaño de un ratón. Sus células brindan un mapa de ADN que se podría modificar para parecerse más al tigre de Tasmania: “Básicamente estamos diseñando nuestra célula dunnart para que se convierta en una célula de tigre de Tasmania”.
El tilacino se extinguió en la década de los años 30 principalmente por culpa de los humanos, según sostienen los expertos. En su momento se valoró también una posible competencia con los dingos como causa de su extinción, pero los científicos destacan que el tigre de Tasmania era más robusto y ganaría en el cuerpo a cuerpo y que no compartían hábitos de caza, pues los dingos lo hacían por el día y los tilacinos por la noche. Además, a finales del siglo XIX se produjo una persecución contra este animal porque los mandatarias entendían que amenazaba sus gallinas y ovejas, por lo que comenzó a dar una recompensa por cada tigre de Tasmania asesinado. “Fue cazado hasta la extinción (...). Confiamos en que con la protección adecuada y sin recompensas de caza el tilacino prosperará nuevamente en la naturaleza”.
El último ejemplar falleció el 7 de septiembre en el zoológico de Hobart. Había sido capturado en 1933 y murió con polémica, pues algunos expertos aseguran que hubo una negligencia y quedó totalmente expuesto en el exterior de su refugio durante un extraño día en Tasmania con mucho calor por el día y temperaturas glaciales por la noche. Desde 1996 se celebra en Australia el Día nacional de las especies amenazadas en honor de este animal.