‘Big Joke’, bajo orden de arresto a días del juicio de Daniel Sancho

El pasado mes de agosto llegaron desde Tailandia noticias que convirtieron los diarios, si no todo el universo digital, en un auténtico terremoto mediático cuyo epicentro tenía nombre y apellidos: Daniel Sancho. El hijo del intérprete Rodolfo Sancho se encuentra en prisión provisional a la espera de que arranque el juicio, que será el 9 de abril, tras confesar que había matado y descuartizado al cirujano plástico colombiano Edwin Arrieta. El crimen terminó de trascender la opinión pública cuando un tal ‘Big Joke’, subdirector de la Policía Real, cabecilla de la investigación, recomendó públicamente la pena de muerte para Sancho.

Ahora vuelve a ser noticia: Surachate Hakparn, su verdadero nombre y una de las principales figuras del país asiático, se encuentra bajo orden de arresto. El Departamento de la Policía Metropolitana de Bangkok ha pedido este martes a un tribunal tailandés que se emita una orden de arresto por encontrarse en medio de un caso de sobornos que, además, implica a varios grupos ilegales que cultivan su fortuna con el negocio de las apuestas online. Todo, a una semana del juicio a Daniel Sancho.

Transferencias de más de 7′7 millones de euros

Esta petición arroja algo de luz a su sorpresiva destitución el pasado 20 de marzo, cuando el primer ministro del país, Srettha Thavisin, decidió apartarle del cargo y, al mismo tiempo, del caso Daniel Sancho. Fue una orden directa que, según Kahosod, un medio local, se lleva a cabo tras haber eludido tres veces las citaciones policiales sobre la mencionada investigación que ahora podría llevarle a prisión.

Fue el pasado mes de febrero cuando estalló públicamente el asunto. La Oficina Central de Investigación (CIB), señaló a ‘Big Joke’ como una de las personas que permitió la trama de sobornos de la página de apuestas ilegal, operada por Thanyanan Sucharitchinsri, conocida como Minnie, y por dejación de funciones con la citada red, que llegó a realizar transferencias de más de 7′7 millones de euros.

Echando atrás las páginas del calendario, esta orden de arresto no es sino la conclusión de unas sospechas que ya empezaron a fraguarse en septiembre, cuando se produjo un registro en casa de ‘Joke’. Entonces se postulaba como el candidato principal a ocupar el primer puesto de la Policía. Su torre ahora se desmorona, dejando tras de sí un rastro de ladrillos que evidencian la guerra abierta que se ha instalado en el cuartel tailandés entre los altos mandos del cuerpo policial.

Una más para ‘Big Joke’, quien ya fue apartado de la Policía en 2019 sin explicación y cuyo coche fue cosido a tiros un año después, cuando ya ejercía como jefe de inmigración. Ahora afronta la polémica que, quizá definitivamente, tumbe su trayectoria. Paradójicamente, a una semana del juicio uno de los casos más relevantes de su carrera.

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