WIMBLEDON

Los datos que acercan a Nadal a su tercer Wimbledon

El balear llega al Grand Slam tras encadenar, por primera vez, Open de Australia y Roland Garros. Alcaraz, único Top-10 que le ha ganado este año.

José Oliva Europa Press

“Mi intención es intentar jugar Wimbledon. Y, según los entrenamientos que he realizado, puede haber posibilidad. Viajaré a Londres el lunes con la intención de participar”, declaraba Rafa Nadal hace poco más de una semana. Ahora, a dos días de debutar en el major londinense, todo parece marchar por buen camino. “Me veo claramente en línea ascendente. Los partidos de exhibición me han ido bastante bien y he practicado con gente exigente. La idea es ser competitivo y ya veremos”, aseguraba ayer, optimista, ante la prensa. La temporada del balear está repitiendo un patrón claro: dudas, sufrimiento, sacrificio y gloria. Sobre todo, en las grandes citas. Pasó en el Open de Australia, cuatro meses después de dejarse ver en muletas y con la pierna escayolada, y pasó en Roland Garros, cuando los problemas físicos debidos al síndrome de Müller-Weiss volvían a abrirse paso.

Dos Grand Slams y dos victorias. No es baladí. La gesta, de importancia inmensa por las dificultades superadas y por el hecho de haber roto el empate histórico con Novak Djokovic y Roger Federer, es única en la carrera de Nadal, que nunca antes había conseguido imponerse tanto en Australia como en París. Con él, a lo largo de la historia, sólo otros cinco jugadores han conseguido sumar los dos primeros majors de la temporada: Bjorn Borg (en su caso, Roland Garros y Wimbledon, pues el Open de Australia era el último grande de la temporada) en tres ocasiones (1978, 1979 y 1980), Mats Wilander (1988), Jim Courier (1992), Rod Laver, en ese 1969 en el que logró el pleno de majors, y Novak Djokovic (2016 y 2021), que el año pasado persiguió la efeméride del Golden Slam, nunca visto en categoría masculina y solamente en posesión de Steffi Graf.

Dos Grand Slams y motivos para soñar con el tercero. Wimbledon, junto al Open de Australia, es el major en el que Nadal ha cosechado menos éxitos, con dos títulos, pero, pese a ello, sus números siguen siendo prácticamente inalcanzables para casi cualquier otro. El balear, sin ir más lejos, es el octavo tenista de la historia con más victorias en el torneo (53); en activo, el cuarto, por detrás de Roger Federer (105), ausente en esta edición, Novak Djokovic (79) y Andy Murray (59). Su porcentaje de éxito es del 81,54%, por encima del general sobre hierba (78%). Los dos, eso sí, han aumentado en sus últimos contactos con la superficie: los dos en Wimbledon y, los dos, alcanzando las semifinales de la competición. En 2018, cayó ante Novak Djokovic en un duelo que estuvo en el aire hasta el final; en 2019, ante un Federer vencedor en cuatro sets. Tres años después, vuelve para buscar la vencida.

Invencible ante los mejores

No será sencillo. Pese a que Nadal avanza por el lado más accesible del cuadro, podría medirse con Félix Auger-Aliassime en cuartos de final, con quien perdió en el segundo partido de exhibición en Hurlingham, y con Stefanos Tsitsipas, flamante campeón en Mallorca, o Matteo Berrettini, finalista el año pasado, en semifinales. Sexto, noveno y 11º en el ranking, respectivamente. Posiciones imponentes, pero que, en lo que va de año, no han supuesto un problema para Rafa. El español sólo ha encajado tres derrotas esta temporada y, de ellas, sólo una ha sido frente a un Top-10: ante Carlos Alcaraz en Madrid. Berretini y Auger-Aliassime, precisamente, ya saben qué es perder frente a Nadal. Como Medvedev, Djokovic, Zverev y Ruud. Invencible en los Grand Slams y ante los mejores.

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