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Brandon Nakashima
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Nick Kyrgios
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WIMBLEDON

Kyrgios vuelve a meterse en cuartos ocho años después

Sin estridencias y con algún problema físico, el australiano vence al estadounidense Nakashima y se enfrentará al chileno Garín por un puesto en semifinales.

Wimbledon

Nick Kyrgios jugará los cuartos de final de Wimbledon ocho años después de hacerlo por primera y única vez en 2014, el año de su debut en el Grand Slam británico. Aquella vez, con 19 años y como 144º, ganó a Nadal, por aquel entonces número uno del mundo, en octavos. Esta vez su rival fue Brandon Nakashima, estadounidense de 20 años y 56º, al que dominó en un encuentro igualado y resuelto en el quinto set: 6-4, 4-6, 7-6 (2), 3-6 y 6-2 en 3h10. Se enfrentará al chileno Christian Garín, que remontó y salvó dos puntos de partido, para vencer a otro australiano, Alex de Miñaur, en un encuentro duro y largo, que se dirimió en el superdesempate (2-6, 5-7, 7-6 (3), 4-6 y 7-6 (6) en 4h34). Si Kyrgios avanza y Nadal lo hace también, podrían enfrentarse en semifinales.

“Estoy muy, muy feliz de haber llegado hasta aquí”, dijo Nick, apoyado por el público de la Central. “He jugado mucho tenis en el último mes y medio, necesito un vaso de vino esta noche, sí o sí”, dijo provocado risas cuando le preguntaron cómo estaba de su hombro derecho, por el que fue atendido durante el encuentro. Después de su polémico enfrentamiento deportivo y verbal con Stefanos Tsitsipas (fueron multados él con 3.800 euros y el griego con 9.600), sin estridencias, más allá de sus habituales soliloquios, las conversaciones retóricas con su equipo y alguna reclamación al juez de silla, Kyrgios mostró su versión más seria para abatir a un rival que nunca había jugado en la pista principal del torneo y que dio la cara hasta la mitad del quinto set, cuando el de Camberra tomó una ventaja suficiente para llevarse la victoria.

Kyrgios, que sumó 79 golpes ganadores (35 de saque directo) venía de jugar las semifinales en ­Stuttgart y Halle, con buenas sensaciones sobre la hierba, la superficie en la que mejor se ha desenvuelto en los Grand Slams, aunque también alcanzó la ronda de cuartos en el Open de Australia de 2015. Desde entonces, nunca había llegado tan lejos y ahora tiene una buena oportunidad, si el físico que no cuida todo lo bien que debería, y su polémico carácter, le permiten continuar compitiendo a un nivel tan alto.

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