TENIS

Sinner: el arte de la regularidad

Ha llegado, como mínimo, a cuartos en los 14 torneos disputados y, de momento, es el único que ha alcanzado 60 victorias este año y el pasado.

ALEX PLAVEVSKIEFE

Jannik Sinner es, sin duda, el mejor tenista de la temporada, por encima incluso de Carlos Alcaraz. Porque el italiano, además de haber ganado dos Grand Slams (Open de Australia y US Open), como el español (Roland Garros y Wimbledon), ha añadido a su palmarés tres Masters 1.000 (Miami, Cincinnati y Shanghái), por uno del murciano (Indian Wells) y dos ATP 500 (Halle y Róterdam), contra uno de Alcaraz (Pekín). Es el líder del curso en títulos (siete en total) y en victorias (65, récord de su carrera). Ese desempeño le ha convertido en un número uno muy estable. Subió al trono el 10 de junio, en detrimento de Novak Djokovic y lleva 19 semanas en lo alto de clasificación con una diferencia de 4.800 puntos sobre el segundo, Alcaraz, a quien aventaja por 3.620 en la carrera, una barbaridad. Por eso acabará 2024 en esa posición de privilegio, haga lo que haga hasta el final.

El secreto del ascenso imparable de Sinner es la regularidad. Desde que padeció su último ‘fracaso’ en un major, al caer en octavos del US Open 2023 contra Alexander Zverev, su balance es 85-8. En este periodo, le han ganado Ben Shelton (Shanghái), Alex de Miñaur (París), Novak Djokovic (ATP Finals), Carlos Alcaraz (Indian Wells, Roland Garros y Pekín), Daniil Medvedev (Wimbledon) y Andrey Rublev (Canadá). En los 14 torneos disputados por Jannik esta temporada, ha llegado, como mínimo a cuartos y acredita esos siete títulos citados más la final perdida contra Carlos en Pekín, y las semifinales en Indian Wells y Roland Garros.

Sinner es el único tenista, de momento, que ha conseguido pasar de 60 victorias en las dos últimas temporadas. El año pasado ganó 64 encuentros y perdió 15. Su balance en 2024 es 65-6 (12-5 contra rivales del top-10). En 2022 no llegó a 50 (47-16). El salto es grande. “Cambié algunas cosas. Siento que físicamente estoy listo para jugar durante más tiempo al más alto nivel posible. También mentalmente estoy preparado para aceptar todas las situaciones difíciles en la pista, y creo que ese es el mayor paso que di hacia delante”, comentó el transalpino tras ganar el domingo a Djokovic en la final de Shanghái.

“Trato de mantener la calma lo más posible y seguir trabajando duro. Realmente no importa si tienes una buena semana o una mala semana, tratas de mejorar diariamente, siempre que tengas la oportunidad, probando cosas nuevas, tratando de ver cosas nuevas, y ves lo que funciona y lo que no. Hay que ser lo suficientemente maduro para entender lo que está funcionando, y eso para mí tuvo un gran impacto este año. Espero que también me ayude para el próximo”, añadió, incidiendo en uno de sus puntos fuertes, la mentalidad.

Sinner es frío, muy tranquilo, poco expresivo tanto para celebrar sus triunfos como para lamentarse de sus errores y derrotas. Fuera de la cancha sorprende su seriedad y la timidez con la que se maneja. No parece un chico de 23 años. En los partidos, inquieta a sus rivales con un estilo mecánico y muy efectivo, de apisonadora, muy parecido al de Djokovic, que describió a la perfección su juego cuando le preguntaron en China si le recordaba a sí mismo: “Ha mejorado enormemente su servicio, creo que eso se convirtió en una gran arma para él. Es muy agresivo desde la línea de fondo, tan pronto como tiene una pelota más corta, toma la iniciativa. Muy sólido de derecha y de revés, no comete demasiados errores y solo trata de quitarle tiempo al oponente. Es algo que me recuerda a mí a lo largo de mi carrera, eso es lo que he hecho durante tantos años de manera constante, jugar un tenis de ritmo rápido, asfixiar al rival, que se sienta siempre presionado por tus golpes, por tu velocidad, por tu presencia. Este año, Jannik ha sido tan consistente, que es muy, muy impresionante”. Volverá a coincidir con él esta semana en el Six Kings Slam de Riad (Arabia Saudí) y puede que en París Bercy antes de las ATP Finals de Turín.

La sombra del dopaje

En el debe de Sinner está el doble positivo por clostebol que dio el pasado mes de marzo y por el que no ha sido sancionado, al entender la Agencia para la Integridad en el Tenis que no tuvo intención ni voluntariedad de infringir las normas. La Agencia Mundial Antidopaje lo duda y apeló la decisión, con un recurso en el que pide entre uno y dos años de suspensión para el de San Cándido, que está ahora en manos del Tribunal de Arbitraje Deportivo.

Él, que cambio de preparador y de fisio por su supuesta involucración en la contaminación de clostebol que asegura que sufrió, defiende su inocencia. “No tengo nada que ocultar, y como he hecho durante todo el verano, voy a cooperar plenamente con el proceso de apelación y proporcionar todo lo necesario para demostrar mi inocencia una vez más”, señaló en un comunicado. “Siento que soy fuerte cuando entro a jugar, trato de no pensar en ello y mantenerme enfocado en todo lo que hago, y doy el cien por cien en cada partido o entrenamiento”, advirtió en Shanghái, con esa determinación que es su mayor fortaleza.

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