Clive Brunskill, de retratar al ‘Big Four’ a vivir al lado de Alcaraz

Clive Brunskill es uno de los mejores fotógrafos de tenis del mundo, quizá el más prestigioso y premiado ahora mismo. Su carrera comenzó en 1982 y ha retratado a un montón de leyendas del deporte de la raqueta con una calidad tremenda. Desde Ivan Lendl hasta el Big Four (contando con su paisano Andy Murray), pasando por otras muchas estrellas de las últimas cinco décadas. Su relación con ellos, en algunos casos, traspasó lo estrictamente profesional. Fue, por ejemplo, el fotógrafo de la boda de Novak Djokovic, hizo algunas de las mejores instantáneas de Roger Federer y tenía mucho feeling con Rafa Nadal, de quien guarda imágenes juntos que denotan ese buen rollo. Y ahora, la casualidad ha hecho que viva muy cerca de uno de los grandes referentes de la actualidad: Carlos Alcaraz.

Hace dos años, este nómada británico (Liverpool) de 60, que ha viajado por todo el mundo, se trasladó a Murcia con su familia, muy cerca de El Palmar, para cambiar de aires. Les gustó e incluso se hicieron socios del Club de Campo, donde se convirtió en tenista Carlos Alcaraz. La hija de Brunskill recibe clases allí. Lo confirma Germán Abril, periodista murciano que sigue muy de cerca la trayectoria de Carlos y que ha hablado con Clive largo y tendido.

Estos últimos días, el reportero, que no solo inmortaliza escenas deportivas (hace conciertos, fútbol, anuncios e inmortaliza a celebridades), ha documentado la pretemporada de Alcaraz, sus entrenamientos, el trabajo en el gimnasio y también la impronta que ha dejado ya en El Palmar, donde, obviamente, el ganador de cuatro Grand Slams es un ídolo. El viernes estuvo en la presentación de la exposición Los pies en la tierra: en movimiento por la infancia, y allí los asistentes pudieron comprobar que ya se lleva muy bien con el discípulo de Juan Carlos Ferrero, uno de los miembros del equipo que aparece en este nuevo ‘book’ de Brunskill.

Esta misma temporada, Clive, que como buen periodista no suele conceder entrevistas, fue el encargado de realizar la tradicional sesión fotográfica del campeón de Wimbledon, que fue Alcaraz, a quien sacó muy favorecido con el trofeo en la pista central del All England Club. Su cercanía geográfica ha coincidido con la explosión del jugador. Hasta podría decirse que le ha traído suerte.

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