Badosa, a escena en Wuhan en medio de una polémica por racismo

Apenas tres días después de caer en semifinales del WTA 1.000 de Pekín frente a Coco Gauff, campeona a la postre, Paula Badosa afronta este martes su estreno en el último evento del año de la categoría de oro del circuito femenino. Será en otra ciudad china, Wuhan en este caso, primer foco de la pandemia de COVID y que precisamente por ese motivo aparece en el calendario por primera vez desde 2019, año en el que Aryna Sabalenka levantó el título por segunda edición consecutiva.

En Wuhan se presenta una de las últimas grandes oportunidades para la española de escalar en la Race hacia las WTA Finals de noviembre (es 11ª y está a poco más de 700 puntos del octavo puesto que da plaza para Riyadh), y también puede seguir subiendo en el ranking (es 15ª), pues no defiende ningún punto, aunque esto le sucede a la gran mayoría de jugadoras ya que es un torneo que no se celebró en 2023 y pocas jugaron en aquella semana.

Con todo ello en juego, Badosa se estrena este martes en Wuhan frente a la australiana Ajla Tomljanovic (sobre las 12:00 de España, TDP y DAZN), de 31 años y 86ª mundial tras superar un calvario de lesiones, especialmente el año pasado, que viene de ganar el Challenger de Hong Kong y a la que Paula ha ganado en dos de sus tres enfrentamientos previos. En segunda ronda esperaría la local Xinyu Wang, de 23 años y 51ª del ranking, que ayer superó en dos sets a la estadounidense Caroline Dolehide. Antes se estrenará la otra española en el cuadro final de Wuhan, Cristina Bucsa, que tras acceder en la fase previa se medirá con la norteamericana Amanda Anisimova (06:30), de 23 años y 39ª del mundo.

La de Begur debuta, además, en medio de una polémica algo sobredimensionada tras subir una foto por la que recibió acusaciones racistas al señalarse los ojos cerrados con unos palillos chinos mientras comía. “¡Hola, chicos! Lo siento mucho. No sabía que esto fuera una ofensa racista. Fue mi error. Asumo toda la responsabilidad. Estos errores me servirán para aprender la próxima vez. Espero que lo entendáis… os quiero a todos”, se disculpó tras retirar la foto en su cuenta de X. “Oh no, por favor, no lo veáis así. Nunca pensé que se interpretaría de este modo, ni siquiera estábamos imitando a la gente asiática. Estaba jugando con mi cara y mis arrugas. Amo Asia, son de mi gente favorita y tengo muchos amigos asiáticos, son los más amables”, añadió en su cuenta de Instagram la española.

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