“Nada es seguro” con Honda

Una semana más y una carrera menos para decir adiós a Honda. Marc Márquez cuenta los días para probar su nueva Ducati, a la cual, si todo va según lo previsto y los japoneses se lo permiten, se subirá el próximo 28 de noviembre, cuando tengan lugar los primeros test de pretemporada en Valencia. Hasta entonces, solo queda intentar disfrutar con su equipo y vivir al máximo esas cuatro ‘fiestas’ que quedan para poner le broche final a otro curso muy complicado para el campeón del mundo. Uno donde los resultados no han llegado, otro año sin ganar (al menos hasta esta previa a Tailandia) y donde su físico ha sufrido mucho más de lo normal con 25 caídas, que le dejan a dos de su récord, incluso tras haberse perdido hasta cinco carreras. Por suerte, todo está cerca de llegar a su fin y este GP de Tailandia supondrá el fin del triplete transoceánico y el inicio de la recta final de la temporada, a la que le quedaría otro triplete (Malasia, Qatar y Valencia).

Al menos, el Circuito Internacional de Chang trae buenos recuerdos al español. El más reciente es un quinto puesto en 2022, pero si hay que quedarse con uno, Márquez se queda con el añorado 2019, cuando sumó su octavo y último Mundial hasta el momento. “Buriram siempre ha sido un buen circuito para nosotros, allí gané el título de 2019 y el año pasado fuimos quintos”, explica el del Repsol Honda Team, aunque consciente de que la situación de este curso no la misma a la de hace un año porque “las cosas siempre están cambiando en MotoGP y nada es seguro”. Especialmente con Honda y una moto tan crítica. Por ello, otro fin de semana sin objetivos: “Como siempre, llegamos y vemos lo que es posible. A partir de ahí trabajaremos”, añade.

Y tendrán que asumir condiciones totalmente contrarias a las de Phillip Island, donde se tuvo que cambiar la carrera larga al sábado por el mal tiempo que se esperaba el domingo y que, finalmente, obligó a cancelar la esprint. “Nos trasladamos de Australia a Tailandia, no creo que haya un cambio de temperatura más brusco en el calendario. Fue un fin de semana complicado por varias razones en Australia, así que ahora vamos a centrarnos en la carrera que tenemos por delante”, explica Marc, que tan solo pudo sumar un punto el sábado.

Para Joan Mir, su compañero de equipo, tampoco fue un gran premio fácil. El mallorquín ha pasado por varios altibajos a lo largo de estas últimas semanas y en Australia volvió a firmar nuevo cero por un toque con Luca Marini que le provocó una caída. “Llegamos a la última de tres intensas carreras seguidas, pero nuestra concentración y determinación son exactamente las mismas. El fin de semana pasado fue complicado, pero la Honda ha sido fuerte aquí en Tailandia en el pasado, así que vamos a ver lo que es posible este próximo fin de semana”, comenta Mir, que el año pasado se perdió esta cita por lesión. “Buriram es un circuito muy diferente al de Phillip Island, y además el tiempo parece un poco más cálido. Por lo tanto, será importante adaptar la moto rápido y bien”, zanja.

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