Admiración total hacia Marc

Marc Márquez siempre sorprende. Y, pese a que es algo a lo que Honda ya debería estar acostumbrada, todavía hay cierto asombro por todo lo que es capaz de conseguir su piloto. Ni cuatro operaciones son suficientes para frenarle. Y menos mal. Como ya decía Enea Bastianini en los test de Misano, “al Mundial le faltaba algo” sin el ilerdense y, sin duda, “con su presencia será todo más divertido”. Por el momento no se equivocaba. Pese a que llegaba a Japón con la idea de sufrir más que en Aragón, el ocho veces campeón del mundo hizo honor a sus títulos: el sábado se hizo con la pole y, aunque su condición física está lejos del cien por cien, pudo aguantar la carrera con la mejor de las sensaciones. Fue cuarto, rozando un podio que no entraba en sus objetivos, pero con toda la felicidad de sentir que podría volver a ser el Marc de siempre.

Y desde el equipo también sintieron esa alegría. Pero también esperanza y alivio, porque la situación volvía a tomar la dirección correcta, aunque la Honda todavía requiera mucho tiempo de trabajo. Por lo menos, tres años después, Márquez volvía al parc fermé como el más rápido de la parrilla. Un extra de motivación que hacía falta. “Creo que la pole fue muy importante para Marc, hacía mucho tiempo que no estaba en esta posición. Aunque fuera en mojado, que es una circunstancia diferente a la normal, estar arriba es un estímulo muy grande para cualquier piloto”, explicaba Alberto Puig, team manager del Repsol Honda, como valoración a un fin de semana muy positivo para el de Cervera.

“En cuanto a la carrera, sabíamos que no iba a ser fácil para él y que tal vez Marc pasaría apuros porque es la primera carrera completa que hace desde Mugello, después de los problemas en Aragón”, añade el español, que sigue asombrado con las actuaciones de Márquez: “Esperábamos que su estado bajara en la carrera pero, francamente, nos ha sorprendido. Sus sensaciones después de la carrera eran buenas, por supuesto que le faltaba un poco de potencia, pero no era tan dramático como esperábamos. Motegi es un circuito muy exigente con las fuertes frenadas y aceleraciones de la pista, así que esto es positivo y demuestra que está mejorando”. Ahora, sin descanso, el Repsol Honda aterriza en Buriram para disputar el GP de Tailandia, trazado donde Marc solo conoce la victoria y lugar en el que hace tres años se proclamó campeón del mundo por última vez. No se marca objetivos pero, tras triunfar en un trazado de derechas, la expectación para este fin de semana en superior.

Pensando en 2023

Pero pese a la emoción de poder recuperar el camino a seguir, la situación en Honda sigue siendo un drama. La marca del ala dorada sigue siendo la última en el Mundial de Constructores, con Márquez como el mejor de sus pilotos y con el Repsol Honda siendo el noveno mejor equipo del Mundial. Por ello, ya piensan en 2023: con la nueva alineación de pilotos confirmada, trabajan ya en un nuevo prototipo que ponga solución a los múltiples problemas de este curso. Por el momento, el regreso de Márquez ya les ha dado más pistas.

“Estamos tratando de entender cuál es la mejor dirección y el camino a seguir. Cada carrera nos aporta más información, sería incorrecto decir ‘sabemos exactamente lo que debemos hacer’, pero nos estamos acercando. La situación está clara y estamos comprobando cómo, dónde y cuándo debemos mejorar. Está claro que nadie en Honda está contento con estos resultados, aunque hayamos conseguido algunos puntos positivos este fin de semana en Japón. Debemos seguir reaccionando, debemos seguir mejorando”, zanja Puig.