“Márquez ha vuelto a su nivel y es gracias a Ducati”

Bien es sabido que el año de Ducati ha sido, de nuevo, histórico. Y si hay que sacar una nota negativa de la temporada, aparte de los visibles problemas de Francesco Bagnaia para pilotar la GP-25, es sin duda, la lesión de Marc Márquez justo después de proclamarse campeón del mundo. Un desafortunado accidente con Marco Bezzecchi en el GP de Indonesia le hizo volver a pasar por el quirófano para fijar una lesión en su hombro derecho, justo el lado más perjudicado para el español, que pasó una odisea con su brazo. Por fortuna, este nuevo contratiempo no ha dañado esa zona en la que se operó cuatro veces, pero sí que se trata de una recuperación tediosa, en la que hay que cumplir los plazos a rajatabla si no quiere recaer.

Por eso, Marc Márquez se quedó sin MotoGP en lo que restaba de año. Nada de volver a subirse a la Ducati hasta 2026, ni siquiera en los test de Valencia, que tuvo que ver desde la barrera. Eso sí, pendiente de todo lo que se probaba. El que sí estuvo presente en dos de las cuatro últimas citas del año fue Michelle Pirro. El italiano fue el primer encargado de sustituir al piloto oficial, antes de volver a sus labores de piloto de pruebas y dejando el asiento libre para Nicolò Bulega, que ya había puesto fin a la temporada en Superbikes. En una charla con la Gazzetta dello Sport, Pirro hablaba del año del español, frustrado por ese nuevo paso por el hospital: “Tuve que sustituir al pobre Marc (Márquez), que sufrió una lesión. Después de ganar el Mundial, no era lo que él necesitaba”.

“Desde el punto de vista de un piloto, no es lo mejor estar en el hospital con una operación”, añadía el italiano, que también saca el punto positivo de un año increíble para el español, en el que ha vuelto a ganar para sumar su noveno título Mundial, el primero con los de Borgo Panigale: “Sin embargo, estoy satisfecho con la gran temporada en MotoGP. Marc ha vuelto a su nivel y esto ha sido posible también gracias a Ducati. Me alegro y estoy orgulloso”. Pero al otro lado del box, las sensaciones son totalmente contrarias. De hecho, resulta frustrante que uno pueda dominar con creces y que el otro piloto no encuentre solución ni razones a sus problemas con la moto. “Pecco (Bagnaia) tuvo una primera parte del campeonato positiva, pero luego pasó por una serie de altibajos", reconoce Pirro, que está “contento y confiado” por lo que se ha probado en Cheste, donde ya han podido encontrar “algunas soluciones para él”. El bicampeón se fue con buen sabor de boca y eso es algo muy importante para recuperar los ánimos antes de las siguientes pruebas.

“En 2026, se reiniciará y se volverá a empezar desde cero”, confía el probador, quien también está muy satisfecho de su implicación en todo el proceso: “Es algo que nos llena de orgullo”. Y, aunque ha podido aprender de grandes nombres del motociclismo, siempre quedará la espinita de ganarse su puesto fijo en la parrilla: “Llevo en Ducati desde finales de 2012 y todos los campeones tienen sus propias características. De cada uno recuerdo aspectos positivos y negativos. En general, he tenido que dejar de lado mi carrera. Me hubiera gustado completar algunas temporadas como piloto en el Mundial de Motociclismo. Esa es la parte negativa".

“He visto de todo, desde Jorge Lorenzo hasta Andrea Dovizioso, pasando por Casey Stoner. Casey, además, tenía un talento increíble. En Phillip Island era impresionante. Recuerdo cuando, una vez, les explicó cómo interpretar una curva a Lorenzo y Dovizioso, además de a mí. No se lo decía a un chaval, sino a dos campeones del mundo. Ahora me enfrento a una nueva generación, que tiene su encanto. Es una evolución que me estimula a seguir adelante”, zanja Michelle, recordando sus años de trabajo con la marca y la relación con los pilotos que han pasado por el equipo.

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