Otro regalazo al campeón

Verstappen gana como siempre, pero ya no gana como antes. Sus tiempo por vuelta son idénticos o peores a los del resto del top-5, su compañero pena para adelantar en la cola de los puntos y lleva tres carreras sin salir desde la pole. Pero Verstappen gana, porque es el mejor y porque la sucesión de ofrendas al campeón en esta segunda parte de la temporada empieza a parecer crónica. Norris volvió a ser el más rápido del día y los Mercedes mostraron una solidez propia de los buenos tiempos, pero Max aprovechó el regalo de Lando en la salida y después se dedicó a gestionar sin regalar una décima en 66 vueltas de máxima igualdad, pero cierto margen para el Red Bull. A pesar de la presión hasta el final, vio la bandera a cuadros del GP de España con dos segundos de ventaja para lograr su séptimo triunfo en diez carreras. Objetivamente, los últimos tres pudieron caer para otro lado.

En la salida se le empezó a poner todo de cara. Ya bajo los semáforos Norris perdió unos metros fundamentales, y Max se acercó peligrosamente al McLaren tocando incluso la hierba. Aunque en esa arrancada el héroe fue Russell con una salida de exposición, de la cuarta a la primera posición: se aprovechó del zafarrancho delante para adelantar a Hamilton en la recta y a los dos líderes por el exterior de la uno. Una de las mejores maniobras del británico en la F1. Pero ya se sabe, Russell es mejor a una vuelta o al ataque que a la defensiva, así que en tres vueltas Verstappen abrió el DRS y se marchó de todos.

McLaren optó por retrasar la parada de Lando, primero en busca de un safety car que no llegaría y después para generar una ventaja de neumáticos. De la tercera plaza en la que rodaba, salió del pit lane sexto tras su primer ‘pit-stop’ y tuvo que remontar con un ritmo implacable. Ahí estaba el mejor coche del domingo. El poleman. Si estuvo bien la salida de Russell, el adelantamiento que le asestó Norris fue aún mejor: Lando pasó a George en la tres, el de Mercedes se la devolvió en la cuatro y aguantó la posición en la lenta ‘5′, en bajada. Pero el McLaren buscó el interior camino de La Moreneta, tocó la hierba y terminó imponiéndose tras la chicane rápida en la subida a la curva ‘9′. El adelantamiento del año, hasta nueva orden.

Aunque de poco sirve el ‘show’ cuando no se remata con un coche ganador. Norris pagó lo que regaló y su persecución no tuvo premio final. Su segundo puesto en Barcelona empieza a sonar recurrente, le será difícil luchar por el título si cuando tiene un coche más rápido que el Red Bull, termina justo por detrás. Es la regla número uno del aspirante al Mundial. Hamilton completó el ‘cajón’ en una carrera de puro ritmo, sin alardes. Aunque sí pasó con rabia a Sainz al encontrárselo tras la primera frenada: fue duro por el interior de la ‘1′, no tenía ganada la posición antes y obligó a Carlos a salirse del piano. Los comisarios respetaron la acción.

Russell fue cuarto y los dos Mercedes batieron a Ferrari en la pista. Los de Maranello probaron todo, Sainz fue corto en las paradas y Leclerc, largo para llegar con mejor neumático al final. Al monegasco (5º final) le sirvió para superar a Carlos (6º en meta), que le había pasado también con agresividad en la segunda vuelta. Fue un domingo bonito, soleado, con adelantamientos duros que pusieron en pie a 120.000 espectadores presentes en el Circuit de Barcelona-Catalunya. Lástima que el Aston Martin no participase de la fiesta en España: Alonso fue 12º con un monoplaza que en las rectas no podía defenderse ni atacar. El verano se les puede hacer largo, pero queda más de media temporada. También para que McLaren empieza a aprovechar lo que tiene entre manos. Lando lo sabe: “Debí ganar, el coche es fantástico, fallé en la salida”.