“Estuve a punto de desfibrilar a Martín en la India”

No exagerábamos al decir que Jorge Martín acabó destruido el domingo pasado, tras hacer segundo en la carrera de la India de MotoGP. El del Prima Pramac se detuvo en la puerta de su box antes de ir al parque cerrado, donde se arrodilló mientras le regaban con agua los miembros de su equipo, y ya a pie de podio se tuvo que abrir el mono y tumbarse para recuperar el aire. Junto a él estuvo en todo momento el doctor Ángel Charte, el máximo responsable médico del Mundial que en Motegi le ha explicado a AS el susto que dio el madrileño.

“Martín presentó un cuadro de deshidratación absoluta con arritmia y taquicardia supraventricular paroxística. Llegó extenuado y lipotímico, con una taquicardia paroxística de 230 y estuve a punto de desfibrilarlo. Lo tratamos directamente en el parque cerrado. Al principio no reaccionaba y estaba completamente ido. Estuvo a un pelo de tener que desfibrilarlo”, empezó diciendo el ángel de la guarda de los pilotos en el paddock, para luego añadir: “Martín acabó la carrera completamente extenuado y la taquicardia se mantenía en 220 o 230. Ellos corren siempre un poco taquicárdicos, en 170 o180, pero recuperan rápidamente a 130 o 140, depende de cada uno. Cuando él llego, le tocabas la lengua y su lengua era cartón puro. No había líquido en su cuerpo. Estaba deshidratado completamente”.

Charte reconoce a este diario que por momentos se preocupó: “La temperatura que le entraba era importante y esto le produjo a nivel de secreción de la piel un aumento de gasto cardíaco. Estuve preocupado, porque tuve que decidir si lo chispaba o no lo chispaba y fue ahí cuando empezó a bajar y a volver en sí. Le fue de un canto un duro que le chispara”.

La conversación con el galeno también tenía que tener presente a Álex Rins, al que hoy mismo ha dado el OK médico para que reaparezca casi cuatro meses después de fracturarse la tibia y el peroné de la pierna derecha. “Esperábamos una baja de seis meses y ya está aquí… Eso es porque ha trabajado como una bestia, doce horas diarias en su recuperación, con todo lo que se le ha mandado”, comienza diciendo sobre el catalán, al que ve en estos momentos así: “Le he visto muy bien. Ha tenido una evolución muy buena. Ha mejorado ostensiblemente la fijación de la tibia y el peroné, y el tobillo también está perfectamente fijado”.

Al preguntarle qué será lo que más le cueste al catalán en este GP de Japón, Charte tiene claro que “gestionar el esfuerzo. Dolor va a tener, porque esto no está al cien por cien. Ha hecho perfectamente los ejercicios que marca el protocolo médico, que son la parte de extensión y flexión, en cuanto a dureza de la extremidad inferior y el aguante de la rodilla y de la cadera”.

Y advierte: “Rins va a sufrir y le he dado la orden de que al mínimo punto de dolor tiene que parar. Esa pierna se inflamará con seguridad. Será transitoria. Lo que debe gestionar él es el esfuerzo encima de la moto. Ya ha rodado con motos de calle, pero no es lo mismo hacerlo con una MotoGP, evidentemente. A la hora de pilotar tendrá que intentar no sobrecargar excesivamente esa pierna. Va a tener que compensar mucho con la pierna sana para no sobrecargar la operada. Ya le he dicho delante de Cecchinello que, a la mínima, lo pararé. Le voy a vigilar todo el fin de semana en su box, que es el que más necesita aquí nuestra ayuda”.