Aleix pone patas arriba la catedral de Assen

Aleix Espagaró firmó en Assen la carrera de su vida, y sin necesidad de subir al podio que tanto ansiaba hace menos de un año. El de Aprilia ahora ya es todo un especialista en ceremonias de entrega de trofeos, pero lo que no se sabía aún es que también es capaz de firmar espectaculares remontadas como la vista en Assen, escenario que puso patas arriba remontando desde la decimoquinta plaza a la cuarta, con pasada para la historia en la chicane de entrada a meta a Binder y Miller.

Es muy gordo decir algo así, pero el GP de Países Bajos se recordará como el día en el que Aleix Espargaró parecía Marc Márquez, en plan desencadenado y quitándose rivales de delante con una facilidad pasmosa. La vieja catedral de la velocidad tiene desde hoy otro héroe al que adorar, en un día en el que acabando cuarto el de Granollers eclipsó el protagonismo que bien merecía Bagnaia, por su victoria, y Bezzecchi y Maverick, por sus podios, el primero del italiano en la clase reina y el primero del español como piloto de la casa de Noale. Una pasada lo de Mack, porque son ya tres fábricas con las que ha pisado el cajón (Suzuki, Yamaha y Aprilia) y en su caso también hubo remontada importante, porque arrancaba undécimo y ganó ocho posiciones.

Aleix encabeza cada párrafo de esta crónica, porque hizo que tuviera emoción una carrera anodina en cabeza que lideró Pecco de principio a fin, como al de Ducati más le gusta. Visto como fueron los tiempos a partir de la quinta vuelta, el italiano bien podría darle las gracias a Quartararo porque, de no haber sacado de pista Fabio a Aleix en esa quinta vuelta, habría sido el español el ganador de la prueba y no el italiano. Qué manera de rodar después y sin tan siquiera cortar gas cuando cayeron algunas gotas y estaba permitido entrar al pit lane a cambiar de moto, algo que nadie hizo.

Aleix comprobó en el warm up matinal que el neumático duro trasero era la opción ideal y, tras liderar con solvencia esa sesión libre, salió con él a carrera dispuesto a ganarla. Partía quinto y se marcó una gran salida para ganar tres posiciones y ponerse segundo, a rueda de la Ducati oficial, después de pasarse y repasarse con Quartararo en la primera vuelta. El de Granollers tenía la situación bajo control, porque había salvado el tirón inicial de Bagnaia, que en la primera media vuelta se cobró ocho décimas de ventaja, pero el campeón se encargó sin querer de desbaratar sus planes al cometer su primer error de la temporada. Intentó adelantar en la curva 5 a Aleix, la que algunos llamamos la rotonda, y al caerse sacó con él a la grava al de Aprilia, que se mantuvo en pie de milagro.

A partir de ahí, remontada desencadenada de Aleix, que había caído a la decimoquinta plaza y a 8.5 del primero. Tenía 22 vueltas por delante, marcando vuelta rápida de carrera en seis de ellas y por el camino se zampó a Álex Márquez, Rins, Di Giannantonio, Bastianini, Nakagami, Zarco, Mir, Oliveira, Martín, Binder y Miller. Once pilotos le vieron pasar como un rayo. Cruzó la meta a 2.5 de Pecco, con lo que le recuperó seis segundos, y de todos esos adelantamientos sólo se benefició de la penalización de vuelta larga de Nakagami. No ganó ni una posición por caída y el adelantamiento final, en la chicane de entrada a meta, para saltar de sexto a cuarto al superar de una tacada a Binder y Miller, fue una obra de arte en forma de adelantamiento en moto. Inolvidable.

Con este cuarto puesto y el cero de Quartararo, que reanudó la marcha tras su caída, entró en boxes para retirarse, regresó a la pista por si llovía y le beneficiaba un cambio de moto, para al final caerse otra vez, la general se comprime. El francés llegó con 34 puntos de ventaja sobre el español y se va con 21, lo que es un mordisco de 13 puntos en la desventaja de Aleix y lo que le permite el objetivo que se había marcado para Assen, el de irse de vacaciones a tiro de una carrera del líder, por debajo de los 25 puntos. Además, por la tarde se supo que Fabio recibe sanción del Panel de Comisarios de vuelta larga con vistas a la siguiente carrera, la de Silverstone, con lo que eso es otro premio para el mayor de los Espargaró.

Por cierto, reseñar también que Aleix se merendó en dos curvas a Zarco y a Mir en el penúltimo escalón de su remontada (vuelta 16), a dos bicampeones del mundo como si fuera él quien tuviera los títulos y los otros fueran unos aprendices. Brutal. Para ver infinidad de veces sin cansarse de hacerlo.

Por contar algo que no sea de Aleix, genial tercer puesto de Maverick, que no se vino abajo cuando le superó Miller al llegar a la chicane y, manteniendo su línea, pudo aprovecharse de que al australiano se le atragantara la chicane y perdiera el tiempo suficiente para caer relegado de nuevo a la cuarta plaza. Tenía mérito ver a Jack en esas posiciones tras hacer por segunda carrera consecutiva una vuelta larga por sanción. Y seguro que ya daba el cuarto como bueno, pero al final fue sexto, al sucumbir en la última curva al empuje de Binder y, sobre todo, del Huracán Aleix Espargaró.