BOXEO

Petr Petrov, el ruso de Vallecas

El boxeador afincado en España desde los 16 años se enfrentará a Jon Fernández en un combate muy esperado. Será uno de los protagonistas de la velada organizada por Lejarraga.

Madrid
INMA FLORESDiarioAS

El combate entre Petr Petrov (42-7-2, 23) y Jon Fernández (23-3-0, 20 KO) ha sido uno de los más demandados por los aficionados del boxeo en nuestro país. Ha llegado el momento que se vean las caras sobre el ring, y lo harán en la primera velada organizada por Kerman Lejarraga (34-3-0, 26 KO) como promotor el 29 de abril en el WiZink Center de Madrid. El ruso, afincado en España desde que tiene 16 años, tenía claro que su pasión era el boxeo, y empezó su carrera profesional en nuestro país desde muy joven. Ha boxeado durante 26 años, ha disputado un título Mundial y no ha tenido miedo para ir a Estados Unidos o a Inglaterra para conseguir su sueño. A sus 40 años, ya se plantea la retirada, pero no termina de convencerle la idea de dejar los cuadriláteros.

El Zar llegó a España con tan solo 16 años. “La situación en Rusia era muy difícil económicamente y mis padres, como otros tantos inmigrantes, decidieron buscar otro país donde pudieran vivir mejor”, explica Petrov. En su país, ya boxeaba. Se subió al ring con 9 años y no ha bajado desde entonces. Siguió con el boxeo nada más llegar a España, solo le hizo falta una semana para encontrar un gimnasio y ponerse a entrenar. “Ese era el camino que quería tomar. No quería seguir estudiando, llegué aquí sin saber el idioma”, declara. La barrera del idioma le supuso una dificultad para avanzar en los estudios, y decidió centrarse en su sueño: el boxeo. “Yo siempre he querido ser campeón del mundo. También quería ser campeón olímpico, pero vi que era muy difícil conseguir estar en la Selección”, confiesa el Zar. No tenía papeles, y, por su estilo de boxeo, cuadraba más como profesional.

Petr Petrov en el Gimnasio de la Federación Española de Boxeo del Campo del Rayo Vallecano.INMA FLORESDiarioAS

Debutó a los 17 años, pocos meses después de llegar, en Santander. “Estaba muy nervioso. Me acuerdo que peleé con un rival de Portugal, y me acuerdo bien porque tenía la edad de mi padre, creo que eran 43 años entonces”, recuerda Petrov. A pesar de que el combate fue “feo y sucio”, lo recuerda “con mucho cariño”. Desde ese enfrentamiento, ha pasado 23 años sobre el ring, y define su carrera como “muy complicada, muy dura y bastante larga”. “Tengo más de una marca en la cara, eso se me queda ahí para siempre. Volvería a hacerlo 25.000 veces. Si vuelvo a nacer, volvería a ser boxeador”, asegura el Petrov.

El ruso dio el salto a Estados Unidos en 2014. Ganó a su compatriota Zefor Paparov (24-4-0, 14 KO) por decisión unánime en Laughlin, Nevada. Fue encadenando victorias y mejoró mucho durante esos años. “El progreso de boxear en España a cuando llegué a Estados Unidos fue brutal. Yo aquí estaba estancado porque no conseguía las peleas que yo quería hacer, no conseguía buenos entrenadores, ni gente que me ayudase con la preparación física...”, destaca. Allí protagonizó uno de los más duros de su carrera. Derrotó al mexicano Marvin Quintero, que no salió al séptimo asalto. “Acabé con el pómulo roto, hundido, casi a punto de irme al quirófano. Fue un combate muy duro. A él le pasó lo mismo, nos hicimos la misma lesión los dos”, explica. A pesar de ganar por KO, podría haber perdido de la misma manera. “La mitad de la cara no la sentía, no podía abrir la boca, no respiraba bien y las cosas estaban muy mal. Pero esa pelea la gané y esas peleas son las que te marcan, las que estás a punto de morir y al final acabas resucitando”, comenta Petrov. Se llegó a posicionar segundo del mundo, y disputó un título Mundial OMB del ligero contra Terry Flanagan (36-2-0, 14 KO), pero cayó por decisión unánime en Manchester.

Después de tantos años, el ruso afincado en España ya piensa en una posible retirada. “Yo creo que el momento ya está cerca. Todavía no me quiero retirar, pero el momento está cerca. Todos con los que yo empecé, ya llevan retirados muchos años”, relata el Zar. Por eso, afronta cada combate como si fuera el último, y dará su mejor versión el 29 de abril ante Jonfer. “Quiero dejarle a la gente una imagen muy buena de mí”, explica. El resultado del choque, podría influir en esta retirada. Una derrota podría alejarle definitivamente de los rings. “Ya tengo la carrera hecha. Lo que pasa es que no se me quita el gusanillo de seguir peleando. Soy un boxeador las 24 horas al día y seguiré siendo boxeador toda mi vida, pero todo tiene su fin”, declara Petrov.

Ha hecho falta que Kerman Lejarraga se haga promotor para que los aficionados puedan disfrutar de uno de los combates más esperados de nuestro país. “Hemos entrenado mucho juntos, hemos hecho muchas sesiones de sparring cuando yo venía de Estados Unidos y me quedaba por aquí. Siempre han sido sparrings de mucha acción, de muchos golpes, porque los dos somos de quedarnos ahí a darnos palos”, explica Petrov. Y claro, la gente quería verlos sobre el cuadrilátero. “Es una pelea que me han ofrecido muchas veces, pero estaba boxeando en Estados Unidos. La bolsa que se ofrecía aquí era muy baja”, declara el Zar. El proyecto del Revolver de Morga tenía un objetivo, los mejores contra los mejores, y este combate es un claro ejemplo de que las cosas se están haciendo bien.

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