¡El oro que les faltaba!
Un golazo de Granados a 48 segundos del final le vale a España el primer título europeo de su historia, que da además el billete a los Juegos Olímpicos, con el maestro David Martín al mando.
De revés llegó un gol que entra en la historia del waterpolo español, el del MVP Álvaro Granados. Al revés del destino, que no había deparado nunca antes, por increíble que parezca, un oro continental para la Selección. Al revés de los croatas, vigentes campeones y que lo habían sido siempre que habían albergado, como ahora entre Dubrovnik y Zagreb, el Europeo masculino.
Ni los paradones de Marko Bijac, ni un parcial de 4-0 para los balcánicos, ni el póquer de goles de Luka Bukic pudieron con la ya legendaria España de David Martín, que desde 2018 se ha metido en las semifinales de todos los grandes torneos, que ha sido campeón del Mundo y que ahora incluso hace justicia a aquella otra generación dorada del waterpolo estatal, en los 90, que se quedó a la orilla de este maravilloso oro. Que, para coronarlo, otorga el billete para los Juegos Olímpicos de París.
Empezó la final, cosas del destino, exactamente igual que había acabado el día del estreno: con un penalti transformado por Marko Zuvela, entonces en la tanda para dar la victoria a los anfitriones, esta vez a los 18 segundos para abrir el marcador. Entonados empezaron los ataques, pues en menos de un minuto y medio ya había empatado Bernat Sanahuja, con un obús, y metido el segundo Luka Bukic. Hasta que frenaron ese ritmo tremebundo los porteros, primero Marko Bijac ante Granados, acto seguido Unai Aguirre frente a Loren Fatovic.
Se desquitó Granados enseguida anotando el empate, y Alberto Munarriz avanzó a los cuatro minutos por primera vez a España. Pero fue un espejismo. Sorprendió Ante Vukicevic desde lejos a Aguirre, y en la siguiente opción robó Croacia para que Bukic, solo ante el portero, fusilara casi a placer. Así, en un contraataque, llegó tal cual el 5-3 de Jerko Marinic-Kragic, en un parcial de 3-0 en apenas un minuto, mal augurio para una Selección que en las semifinales no había concedido el segundo gol de Italia hasta el último periodo.
Otra vez en la primera acción, en este caso del segundo cuarto, anotó Bukic. Y de nuevo Bijac detuvo ante Granados. Pero Munarriz, desde lejos, suturó la sangría para acortar distancias y, tras otra intervención de un Aguirre que ya se estaba entonando como en su espectacular domingo, Marc Larumbe puso el 6-5. Casi tantos goles como todo el combinado español, un póquer, llevaba antes de la media parte Bukic, pues también se encargó de anotar el 7-5, demasiado desatendido. La buena noticia para España es que al borde de ese descanso supo encontrar el camino, atrás con bloqueos y en ataque con una circulación rápida de balón, para que Álex Bustos anotara a asistencia de Blai Mallarach.
Si el parcial del segundo cuarto ya había sido favorable al combinado estatal, 2-3, se acabaron de enderezar las cosas en la reanudación con el 7-7 establecido por Bernat Sanahuja, para una España que estaba yendo de menos a más a imagen y semejanza de su progresión durante el torneo. Una tendencia que revirtió el tiempo muerto pedido por Ivica Tucak, con una diana inmediatamente posterior de Marinic-Kragic, y los relativamente fáciles de Zuvela y Fatovic que inutilizaban el 8-8 que Tahull había marcado a asistencia de Granados.
Providencial Edu Lorrio
Cambió David Martín de portero en el último cuarto, entró Edu Lorrio, y se estrenó con una parada. Se alargaban los ataques, lo indeseable para una España que perdía de dos, pero Croacia tampoco marcaba. De modo que el 10-9 de Sanahuja, a 3:52 para el final, dio alas a la Selección igual que la atajada de Lorrio a Zuvela. Le replicó un agigantado Bijac ante Munarriz. Hasta que a 1:37 para la conclusión apareció el ‘killer’, en su día más sombrío del torneo, para materializar un 10-10 importantísimo.
Cada segundo del siguiente ataque fue una agonía, también para los croatas, que desperdiciaron su posesión. Y así, cuando sólo quedaban 48 segundos, llegó el momentazo de la final, del campeonato, de los vídeos y manuales del waterpolo, con un revés de Granados que avanzaba a España por primera vez desde los compases iniciales. Un 11-10 que es historia de este país.
El ciclo ganador de David Martín al frente de España se engrandece con este oro histórico, el primero tras las platas con el actual seleccionador en Budapest 2020 y Barcelona 2018, y el bronce cosechado en Split 2022. Y a las puertas de unos nuevos Mundiales, los que se disputarán en dos semanas en Doha tras el bronce de Fukuoka el pasado julio, el oro en Budapest 2022 y la plata en Gwangju 2019. Por no hablar de los Juegos, para los que se clasifica el combinado estatal para tratar de superar su cuarto puesto de Tokio 2020. Porque sí, desde 2018, España es la única selección del planeta que siempre está en semifinales de todas las grandes citas. Y, ahora, como campeona de Europa.
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