España quiere el oro ante el “Real Madrid de las finales”

“Ellos son como un Real Madrid”, dice un miembro de la federación. Ellos es Italia, el ogro de España en las finales. En los Juegos de Barcelona de 1992, el equipo capitaneado en el agua por Sandro Campagna, entrenador actual, le ganó al equipo de Manel Estiarte después de tres prórrogas (8-9). En el Mundial de 1994, en el Foro Itálico romano, “en un infierno”, el resultado fue abultado (10-5) igual que en Gwangju 2019, la última referencia, con idéntico marcador. Pero la España de David Martín, que afronta su cuarta final internacional en cuatro años, se siente “preparada” para poner el broche de oro a una trayectoria sensacional (20:00, RTVEplay y Teledeporte).

En la primera fase, España venció 14-12 a Italia, pero todos esperan “un partido distinto, más táctico, jugado a menos goles, con los porteros más rodados”. El duelo en la meta será también de órdago. El joven Unai Aguirre, de 19 años y MVP en las semifinales, ante el experimentado Del Lungo, de 32 años y meta del campeón de Europa, el Pro Recco. “Llevo todo el año preparándome para este Mundial, es mi momento. Tengo confianza”, dijo el meta español después de su apoteósico encuentro ante Croacia en el que solo recibió cinco goles y detuvo el 71% de los lanzamientos.

La Selección se entrenó este sábado en doble sesión e hizo vídeo. El seleccionador no paró de trabajar la noche después de eliminar a Croacia, viendo imágenes de partidos y preparando un encuentro que será también una batalla táctica ante Sandro Campagna, el veterano y mítico técnico italiano, jugador colosal de la gran Italia de los 90. “Su maestro fue Rudic. Desde el primer día demostró una pasión por el waterpolo, él siempre va un paso por delante”, comenta Alberto Angelini, ex jugador de la selección italiana y que lo tuvo como entrenador. “David es el mejor técnico que he conocido, es increíble como conoce nuestras aptitudes y las explota”, explican desde la RFEN. La batalla entre dos técnicos que comparten hotel y que ayer se abrazaron en la entrada será también épica. La calma antes de la tormenta.

En el agua la batalla está asegurada. Roger Tahull acabó el primer encuentro ante Italia con un rasguño en el cuello. Gajes del boya. El ataque español fue excelso ante los transalpinos en la primera fase, especialmente con jugadores como Munarriz, Granados, Mallarach o Sanahuja, quienes se reparten los goles de una seelección que ataque y defiende con el compromiso de una familia unida. “Es el Mundial de España, nos toca el oro”, cuenta Chava Gómez, jugador que sabe lo que es medirse a Italia en el pasado. “Ellos te ganan jugando peor que tú, estamos preparados para la guerra”, apuntó Perrone.

La batalla táctica y psicológica se vivirá en una piscina repleta, la de la isla Margarita, donde más de 6.000 espectadores la abarrotarán. El pressing español, su excelencia defensiva y sus ganas de colgarse por fin un oro se enfrentarán a la astucia italiana, que lleva los partidos al límite de lo físico y lo reglamentario. España lo sabe, pero está convencida de que ha llegado su momento. 21 años después quiere volver a bailar en la cima del mundo. Lo merece.