Augusta y el café para todos

La rueda de prensa previa al Masters del presidente del Augusta National es al golf lo que el Discurso sobre el Estado de la Unión a la política estadounidense, un repaso del estado de cosas en este deporte por parte de uno de sus próceres. Al caso Fred Ridley, quien dirige el club desde 2017 (antes fue un buen golfista amateur, campeón del US Amateur en 1975, y presidente de la USGA, la Federación Estadounidense), que este miércoles se vistió de Adolfo Suárez y recalcó que su política respecto al LIV será el café para todos.

Augusta siempre ha dejado claro en el cisma que prefiere tender puentes a volarlos. No tragará con las peticiones que le llegan desde la superliga saudí, algunas en el extremo de pretender que se garanticen ciertas plazas cada año para sus jugadores, pero tampoco vetarán a quienes cumplan los requisitos o se hagan acreedores con sus actuaciones de una invitación.

“Seguimos usando el ranking mundial, de cuya junta directiva formamos parte y creemos que es un elemento legítimo para determinar quiénes son los mejores del mundo (...) Pero también somos un torneo invitacional y nos ajustaremos cuando sea necesario. Un gran ejemplo es Joaquín Niemann, que ha recibido una invitación. Creíamos que Joaquín, aparte de una gran hoja de servicios la pasada temporada, después hizo el esfuerzo de ir a Australia, donde acabó cuarto en el Australian PGA y ganó el Australian Open, uno de los grandes campeonatos del mundo, y por eso merecía una invitación. Históricamente, como recogen nuestros criterios de clasificación, siempre hemos considerado invitaciones especiales, y si sentimos que uno o varios jugadores merecen una plaza, independientemente de que juegen o no en el LIV ejerceremos nuestra discreción para hacerlas llegar”, apuntó el de Florida. Entre líneas se lee que a los LIVers no les valdrá con jugar bien en ‘casa’, también tendrán que hacer méritos en los torneos del Asian Tour que tienen a su disposición para sumar puntos de ranking.

“No sé la respuesta a eso. Creo que sería complicado establecer algún tipo de sistema que esté conectado al resto del mundo del golf, porque básicamente son un circuito cerrado. Se puede perder la condición de miembro, pero no pasa mucho. Todo depende esencialmente de si fichan jugadores o no. Esas son las preocupaciones del ranking y no creo que se pueda hacer mucho, pero repito que eso no nos impide considerar las invitaciones basándonos en el talento y el estado de forma de sus jugadores. Nuestro objetivo siempre ha sido, en su máxima expresión posible, tener el mejor field del mundo. No podemos conseguirlo totalmente por la propia estructura del torneo, porque es un field pequeño, limitado”, añadió, además de tocar otra variedad de temas interesantes en cuanto al presente y futuro del club.

Futuras novedades

En la constante expansión de los terrenos sobre los que se asienta la sede del Masters, Ridley ofreció dos novedades con un horizonte muy cercano. Tanto como los dos próximos años. Será un proyecto de dos fases. En 2025 abrirá “un parking subterráneo” y en 2026 una instalación de tres pisos “diseñada para anticipar cualquier necesidad de los jugadores, sus familias y sus equipos”.

Aumento de las distancias

En la disputa sobre la necesidad de una nueva bola que ataje el problema de las distancias crecientes que hacen los jugadores, Augusta está del lado de la restricción, y además Ridley aseguró que, si bien espera no llegar a ese extremo, no le temblará la mano a la hora de alargar el campo todo lo necesario para que se mantenga como un gran desafío para el golfista contemporáneo, incluso aunque eso suponga un diseño de 8.000 yardas (7.300 metros): “Alargar el campo se ha convertido en una operación estándar cada año para nosotros desde hace dos décadas. Durante 70 años se jugó un poco por encima de las 6.900 yardas. Hoy en día mide 7.550 desde las marcas, y seguramente una de las rondas este año se juegue a más de 7.600. Ya he dicho en el pasado que espero no llegar a las 8.000, pero es posible que pase en un futuro no muy lejano con los actuales estándares. Es por eso que apoyamos las decisiones tomadas al respecto por la R&A y la USGA”.

Un Masters femenino no está en la agenda

El éxito que ha tenido en sus primeras ediciones el ANWA, la competición para golfistas aficionadas que se disputa la semana previa al Masters, con la última ronda en Augusta, no es por ahora óbice para que el club se plantee albergar un torneo femenino profesional: “Ya hemos abordado esta cuestión en el pasado y hay algunas dificultades importantes. Felizmente hemos desarrollado una competición para niños y otra para mujeres amateur alrededor del Masters, y hasta ahora la impresión que tenemos es que encajan muy bien. Pero sería muy complicado albergar cualquier otro torneo basándonos en nuestra estacionalidad, porque este es esencialmente un club de invierno y primavera. No está abierto en verano y en otoño no se juega como nos gusta que se juegue un grande (...) Así que tenemos un periodo limitado de tiempo en el que podríamos encajar otro evento, y si hablamos de la magia y la mística de este lugar, tenemos que asegurarnos de preservarla, así que es una cuestión sobre la que reflexionar mucho”, explicó Ridley, que aprovechó para colar una divertida anécdota que define bien la personalidad de Dustin Johnson.

Porque, de hecho, ha habido un Masters en otoño, el de 2020 a causa de la pandemia. Lo ganó DJ en -20, récord histórico respecto al par. “Tuvimos una buena conversación en la Cena de Campeones y me dijo que creía que su -20 está a salvo. Le dije que en mi opinión también, salvo que se vuelva a jugar en noviembre alguna vez. Y él me respondió que cree que aun así también estaría a salvo”, relató provocando una carcajada generalizada en la sala de prensa.

Cambios en el hoyo 12

Los pequeños pero constantes cambios que el club introduce en el campo año a año, afirmó Ridley, tienen una frontera infranqueable en el hoyo 12. El dirigente fue sumamente contundente en eso: “Puedo decir con un 100% de seguridad que no se hará durante mi mandato. Es el par 3 más icónico del mundo. Sería como retocar la Mona Lisa. Ha sido intocable siempre y no puedo decir que lo seguirá siendo, pero creo que será así. No creo que 10 yardas más hicieran ninguna diferencia. Es un hierro corto, pero no importa, sigue siendo un hoyo muy difícil”.

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