A España le va la marcha

“La marcha española tiene un altísimo nivel pero nosotros no hablamos de presión sino de responsabilidad. Sabemos que somos la mejor disciplina del atletismo español, lo que es avalado por los resultados, y podemos decir que somos la punta de lanza y más teniendo en cuenta que el primer día se disputa los 20 masculino y femenino. Creo que hay opciones reales en las dos, además de en el 35 de hombres y mujeres, y eso habla muy bien de nosotros”, asegura Álvaro Martín (Llerena, Badajoz, 18 de junio de 1994) a AS. El extremeño de 28 años, que fue campeón de Europa en Berlín 2018, está en Oregón dispuesto a colgarse una medalla en los 20 kilómetros marcha (madrugada del viernes al sábado a las 00:10) y quitarse el sabor amargo del cuarto puesto en los Juegos de Tokio: “Me dio mucha rabia y creo que hemos mejorado ciertas cosillas para estar un poco más en forma que en Japón”. ¿La respuesta? Llega como número uno del ranking mundial en 2022. Pero no es el único español con aspiraciones. También está el número dos del escalafón en el año: Diego García Carrera (Madrid, 19 de enero de 1996).

El subcampeón continental en Alemania hace cuatro años entró sexto en meta en Tokio... y saca pecho del nivel patrio aunque es objetivo: “Los rankings no mienten, los marchadores españoles estamos delante en todas las pruebas y si sale un buen día estaremos delante también. Lógicamente no se puede prometer nada, la competición es un día concreto, con unas condiciones determinadas y puede pasar de todo. Lo que sí podemos asegurar es que estamos en condiciones de poder competir y a partir de ahí intentar sacar todo lo que tenemos dentro”. Ambos cuentan con gran experiencia. Álvaro afronta su quinto mundial, Diego el cuarto. “No tengo en la cabeza un objetivo de resultado sino más bien uno de rendimiento. Es decir no me preocupa el puesto, pero sí plasmar todos los entrenamientos realizados y en eso sí puedo decir que he entrenado muy bien y que estoy preparado para cualquier tipo de carrera”, dice Martín.

La concentración de todos los marchadores españoles en Longmont (Colorado), a 1.500 metros de altitud, ha sido exigente pero a la vez satisfactoria. “Ha sido una preparación buena y llegamos bien preparados. Cuando esto es así hay que pensar que todo saldrá bien”, explica García Carrera que fue subcampeón del mundo júnior de 10 kilómetros en Eugene 2014. “Tengo muy buenos recuerdos , pero soy consciente que no tiene nada que ver. Esto es el Mundial profesional, aquí va la gente a muerte aunque ese detalle de ese recuerdo y experiencia tan buena me hace ilusión volver. Los rivales son muy fuertes y cada vez el nivel es mayor en más países. A los ya tradicionales asiáticos, China y Japón, que vienen muy fuertes se unen los marchadores latinoamericanos que no paran de salir e incluso algún africano que ha conseguido medalla en la Copa del Mundo. Además de por supuesto los españoles y más países europeos como Italia o Alemania”, concluye.

La prueba corta del programa de marcha abre las opciones españolas en el Mundial, pero antes de la categoría masculina será el turno de las mujeres en la misma distancia (viernes 22:10). Ambas se harán en un recorrido circular de un kilómetro que comenzará y terminará en el bulevar Martin Luther King frente al estadio Autzen a 4,5 kilómetros de Hayward Field ‘saltando’ el río Willamette. Y entre las féminas también hay otra aspirante muy ilusionante: María Pérez (Orce, Granada, 29 de abril de 1996). Campeona de Europa en Berlín 2018, cuarta en los Juegos de Tokio y 2ª del ranking mundial 2022 sólo detrás de la australiana Montag.

“Estoy con muchas ganas de competir. Me encuentro bastante bien. Hemos hecho toda la preparación en altitud y ha sido muy completa, espero que la carrera salga todo lo que hemos trabajado en los entrenamientos”, afirma a AS... antes de reivindicar la marcha española: “Llega el verano y empiezan a acordarse de los marchadores. Durante el año somos la disciplina un poco olvidada hasta que llegan las grandes competiciones”. Y María es ambiciosa sobre los planes estivales: “Este verano hay dos objetivos claros que son el Mundial y el Europeo y yo quiero hacerlo bien en ambos. Tanto en Eugene como en Múnich me gustaría conseguir medalla. Querría hacer historia y en principio el Mundial lógicamente es más difícil pero estoy bien preparada y con ganas y garra. Mi estado de forma actual es mejor que en el que estaba para los Juegos”.

Esa medalla de chocolate también escuece un poco a Pérez, que quiere revancha en EE UU: “Al final se aprende de todo, igual que en la vida, y desde Tokio he mejorado muchas cosas y me encuentro mucho mejor. La preparación ha sido completa en altura y he ido mejor que nunca... pero esto es el Dia H y la Hora H y ahí es cuando tiene que salir todo. No somos máquinas. He escogido aquí los 20 en lugar de los 35 porque quiero lograr mi plaza cuanto antes para París 2024 y además también de paso quitarme la espina del cuarto puesto de los Juegos de Tokio”. Por último, la fantástica marchadora granadina de 26 años asegura que no está pendiente del calor: “La climatología me da igual. Yo doy lo máximo siempre en todas las condiciones. Si el cuerpo me responde estaré contenta y si llego a meta con la satisfacción de haberlo dato todo para mí ya es un gran resultado aunque claro que tengo altas expectativas. El único plan que tengo es dejarlo todo en el asfalto y espero conseguirlo en menos de una hora y media”. El viernes en Oregón puede ser histórico para España.