JUEGOS OLÍMPICOS | ATLETISMO
María Pérez roza el bronce
La granadina se quedó a un puesto del podio en los 20 kilómetros marcha de los Juegos de Tokio. Ganó la italiana Antonella Palmisano.
María Pérez no concibe la vida sin lucha. Defiende derechos civiles públicamente, contribuye a labores solidarias a colectivos en apuros… Ella pelea, siempre. La granadina de Orce, de 25 años, también creía que algún día podría ser medalla olímpica en 20 kilómetros marcha. En Sapporo tenía su gran oportunidad. Una chica sobria en sus palabras, sufridora hasta lo desconocido. Fue cuarta, a las puertas del podio, un escenario demasiado repetido para la marcha española, sin medallas, pero que ha recuperado el prestigio en Tokio. Tres cuartos puestos, el de Álvaro Martín en 20 (ahí fue sexto García Carrera), el de Marc Tur en 50… y este de María (1h30:05). Ganó la italiana Palmisano (1h29:12).
Fue la de Odori Park una carrera de tanteo hasta la primera 10 km 45:57, 4:36 a 1.000. Un ritmo alto para los 31 grados de calor y el 67% de humedad que pegaba en la isla de Hokkaido. El punto de giro de todo llegó en el avituallamiento del kilómetro 12. Las chinas se giraron al lado derecho de la calzada, un poco a traición. Qieyang, Liu y Yang se ponían en formación de flecha, al frente del asunto. Sólo Antonella Palmisano se entrometía en medio…
Hubo muchas alternativas. Hachazos, parones y un reguero de marchadoras caían atrás, con una mezcla de fatiga y asfixia. La china Qieyang, que parecía inmortal, cedía. Se quedaban Palmisano, la colombiana Arenas, la brasileña Sena, Yang, Liu y Pérez. Un sexteto que se desarmaba a partir del kilómetro 16 ante el ritmo de la italiana de Mottola, al sur de la bota, en el mar Jónico. Allí controló la humedad Antonella y manejó ritmos cercanos a los 4:00 cada 1.000, los únicos que podían devorar a las indestructibles chinas. Y Palmisano se fue sola.
Las que querían seguir a Palmisano iban cayendo en amonestaciones, porque querían forzar. La de Orce fue más paciente. Cero faltas, su técnica es de las más cuidadas del mundo, pero también cedió más. El diploma estaba asegurado y quedaba a expensas de las posibles descalificaciones. Fue al box la china Yang, en el último kilómetro cayó la brasileña Sena. Arenas y Liu jugaron al límite y les salió su estrategia: plata y bronce. El oro fue de Palmisano y el cuarto, el amargo cuarto que se repite en Sapporo para la marcha española, se lo quedó María Pérez.