JUEGOS OLÍMPICOS | ATLETISMO

Fontes y Mechaal desafían a la lógica en la locura de los 1.500

Los dos españoles serán 'outsiders' en la final (13:40 horas) de una distancia en la que se batió el récord olímpico en semifinales. Ingebrigtsen y Cheruiyot, candidatos al oro.

Tokio
ANTONIN THUILLIERAFP

La lógica del atletismo vive tiempos de cambio. Récords alucinantes, pistas de material volador, zapatillas mágicas y cambios tácticos radicales a la hora de afrontar las carreras... La prueba de1.500 no es ajena a ello, más bien al contrario. Es de las más afectadas por esta revolución. Se pudo ver en las semifinales olímpicas, sobre todo en la segunda, en la que se batió el récord olímpico con 3:31.65. Lo hizo Abel Kipsang y se lo quitó a Noah Ngeny, que lo hizo en Sydney 2000 al superar a El Guerrouj. Hoy llega la final (13:40 horas en España), con dos españoles: Adel Mechaal e Ignacio Fontes.

Fue Mechaal el que se clasificó en la veloz carrera de Kipsang, en la que con 3:33.69 se quedó fuera el actual campeón olímpico, Matt Centrowitz. Mechaal, a sus 30 años, hizo marca personal con 3:32.19. "Fue una carrera histórica, muy rítmica, que no se ralentizó y me vi con mi tope. Está claro que la pista es rapidísima y las zapatillas, supongo, que tienen algo que ver. Ayudan a la mejora, las normas están en la mesa y ya todas las marcas comerciales las tienen. Se llega con menor fatiga a la parte final, y en lugar de acabar la última vuelta a 54 o 53, terminas a 52", reflexiona Mechaal, una mente clarividente el de Palamos.

En la final habrá, principalmente, tres atletas a los que les va correr muy rápido los 1.500, un escenario que no era habitual antes. Son el vikingo noruego Jakob Ingebrigtsen, el forajido australiano Stewart McSweyn y el keniano campeón mundial Timothy Cheruiyot.  En contraste con la final de Río 2016, que se ganó con 3:50.00, parece impensable ver a los atletas correr tan lento en Tokio. Más bien al contrario. "Lo único que puede pasar es que salgan a respetarse más de la cuenta", espeta Ignacio Fontes, el risueño granadino de 23 años que ha logrado meterse en dicha final olímpica.

Ignacio Fontes, tras una carrera en Tokio.JAVIER SORIANOAFP

¿Cómo será la carrera?

Fontes es inexperto, porque nunca ha ido a un gran campeonato al aire libre, pero ya ha corrido carreras fortísimas. "Si salen muy fuerte en la final, quizás lo más fuerte es hacer como Adrián Ben y cazar cadáveres. Si Cheruiyot la pone rápida, Ingebrigtsen y McSweyn van a ir detrás. Pero igual se respetan. ¿Quién sabe?", analiza Fontes, que es consciente de que el 1.500 no se rige por lógica alguna: "Yo jugaré mis cartas, y usaré la cabeza que en 1.500 es importante".

Fontes es debutante, pero Mechaal ya tiene en su currículum un cuarto en el Mundial en una final también de locura. "A ver qué sucede. Me interesa que sea rápida, yo soy veloz, pero no lo suficiente. Yo recupero muy bien y puedo correr varias carreras fuertes. Si es a 3:30 o 3:31 tendré más opciones, si no pues ya veremos. Lo que está claro es que a falta de 400 tienes que estar bien colocado". Eso es así, sea rápida o lenta. Llega la final de 1.500, una distancia que vive una revolución, como todo el atletismo mundial.