Una Copa para recuperar galones

El Leganés afrontará su duelo copero ante el Gernika (próximo sábado, 18:00, sin televisión) como una oportunidad de hacer rodar a jugadores con menos minutos. Ya sin Gaku Shibasaki (Idiakez ya ha deslizado que no contará con él para que se marche al Mundial con Japón) y con las piernas de muchos de sus miembros cargadas de minutos en su reciente e intensa buena racha, le tocará dar un paso al frente a jugadores con menos peso, que no menos nombre. Son casos como los de Fede Vico, Rubén Pardo, Qasmi o Dani Raba.

Nombres llamados a priori a ser recurrentes relevantes en este Leganés, aunque han pasado a un segundo plano en reparto de minutos. A ellos les corresponde coger las riendas del equipo para este duelo también peligroso, insisten en Butarque. Urbieta es estadio de césped artificial, dimensiones reducidas y agobios fáciles que le confieren la virtud de ser trampa perfecta para tropiezos imprevistos. Todo lo contrario que necesita la confianza blanquiazul, henchida pero aún necesitada de consolidarse tras los últimos buenos resultados en Liga.

Los casos de Pardo y Vico

De ahí que el sentido de responsabilidad será también grande para estas piezas con menos minutos. En el caso de Rubén Pardo, con todo, dice la lógica que su protagonismo crecerá con la salida de Gaku rumbo a Qatar. De posiciones parecidas, aunque perfiles diferentes, el riojano ha pasado de ser un fijo en sus dos primeras temporadas a ser uno de los damnificados de la revolución post-Albacete, ésa con la que Idiakez blindó el equipo: defensa de tres, centrocampistas más físicos y mentalidad más compacta.

En su lugar entró Cissé y con la maquinaria funcionando, el técnico apenas ha variado sus planes. Máximo asistente del Leganés en sus dos temporadas como pepinero y ya destacado este curso en semejante suerte, el retorno al País Vasco donde se formó como canterano de la Real Sociedad puede ser buena oportunidad comenzar la reconquista de la titularidad.

Fede Vico también puede orbitar por la medular, aunque con un perfil más ofensivo y también menos definido. El cordobés juega en todas partes y eso lo convierte en un polivalente recurso que, tras recuperarse de su grave lesión, parecía haber regresado para quedarse como un habitual del once.

Sin embargo, esos cambios de pizarra lo han orillado a ser un habitual de los últimos minutos con efecto efervescente, pero también a veces demasiado caliente, como le sucedió ante la Ponferradina, cuando fue expulsado por lanzar una patada a Pablo Amo. El club ha recurrido la sanción. Aunque se confirmara, la cumpliría en Liga, no en Copa, lo que da más opciones a que salga en la partida.

Atasco en ataque

En ataque Raba y Qasmi también estaban llamados a tener más protagonismo. El primero fue fichaje estrella en la franja ofensiva. Aunque ya acumula dos dianas, sus titularidades son algo efímeras, sin consolidar y en las última jornadas más por rotación de otros compañeros que por consolidarse en los planes de Idiakez.

Qasmi también parecía que tendría más protagonismo visto que la figura del ‘9′ puro escaseaba al principio de temporada. La apuesta de Idiakez por delanteros más móviles le ha orillado al banquillo, como sucede con Parzyszek o Manu Garrido, también compañeros de pólvora en el ataque blanquiazul.

Precisamente los canteranos podrían estar llamados a competir ante el Gernika. Naim, Javi Avilés, Garrido (primero portero suplente ahora con la baja de Dani Jiménez), Lalo, Camacho, Rentero o Caio Lopes, ya habituales en pretemporada, son futbolistas con papeletas para completar las rotaciones del Leganés en Copa.