Mendilibar pincha por primera vez

El nombre de José Luis Mendilibar ha hecho imposible que cale algún término en la memoria colectiva de los aficionados como sí lo ha hecho, por ejemplo, la Xabineta, derivado por los buenos resultados de Xabi Alonso en el Leverkusen, pero la realidad es que los resultados del técnico vizcaíno como apagafuegos allá donde va también merece que alguien le busque un apodo en relación con, al menos, un camión de bomberos. Si ya el curso pasado en el Sevilla convirtió una temporada mediocre en una exitosa al conseguir la Europa League, este año, desde su llegada a El Pireo hace poco más de un mes, el Olympiacos ha vuelto a recuperar la ilusión perdida. Mendilibar cuenta sus partidos en la liga griega por victorias (4 de 4) y ha colocado a su equipo a tres puntos del liderato del PAOK, algo que hace un mes parecía muy lejano.

Sin embargo, su espectacular racha de victorias (había ganado los siete partidos que ha dirigido a Olympacos hasta ahora) se rompió en los octavos de final de la Conference League ante el Maccabi Tel Aviv, un mal menor si se tiene en cuenta cuáles eran los objetivos por los que se fichó a Mendilibar.

Aun así, el resultado es un jarro de agua fría para Mendilibar, que probablemente veía esta eliminatoria como una oportunidad para seguir dando alas a la moral del equipo. Y es que sobre el papel, Olympiacos es mejor equipo que Maccabi Tel Aviv, sin embargo, los israelíes sorprendieron al conjunto ateniense en los primeros diez minutos con dos goles, obra de Zahavi y Shahar, que fueron una losa para los helenos durante todo el partido. El Kaabi, al que la llegada de Mendilibar le ha sentado genial (ocho partidos seguidos marcando), recortó distancias antes del cuarto de hora, pero Zahavi volvió a poner al Maccabi a dos de ventaja antes del descanso.

La brecha se hizo casi insalvable con el cuarto gol de Peretz en la segunda parte. Un gol de deja prácticamente eliminado al Olympiacos, que deberá centrar sus esfuerzos en lo que queda de temporada en pelear por título de liga, el verdadero objetivo de Mendilibar.